¡Quiero tener Curves!

“Es divertido estar en Curves, en qué te puedo ayudar”, fue lo primero que escuché sobre esta nueva técnica cuando llamé para preguntar de qué se trataba. Al principio me pareció un poco cursi y más aún cuando llegué al lugar todo moradito, perfecto y con olor a flores. Hoy a un año de este episodio me considero una mujer satisfecha con mi mente y mi cuerpo. Y se lo debo en gran parte al método Curves.

Pero no piensen que hablo de una secta, de algún tipo de meditación, o de un club de autoayuda. ¿Qué me dirían si les cuento que con tan sólo 30 minutos, tres veces por semana puedes conseguir la figura que siempre soñaste? Y no precisamente a través de un producto del famoso “llame ya”, sino con el mínimo de tiempo que una mujer debe regalarse a sí misma.

Se trata de la cadena de gimnasios creada especialmente para la mujer en 1992 por el norteamericano Gary Heaving, y que ha tenido tal éxito que hoy en día cuenta con más de 10.000 centros en todo el mundo.

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El método Curves funciona a través de un entrenamiento en un circuito de 30 minutos que consta de 18 estaciones, nueve en máquinas hidráulicas y nueve de recuperación. “El circuito es un método, que a diferencia de los gimnasios comunes, combina fuerza y entrenamiento cardiovascular al mismo tiempo. Como las máquinas son hidráulicas, es semejante a hacer ejercicio bajo el agua, por lo tanto, mientras más rápido se muevan, más resistencia y mejores resultados. Además la técnica activa la fibra muscular, la que acelera el metabolismo basal, lo cual produce que después del ejercicio sigamos quemando grasa durante el resto del día”, explica Verónica Ainzua, entrenadora del gimnasio Curves Vitacura, Chile.

En Chile este método llegó hace seis años y ha tenido excelente acogida con un fuerte crecimiento en las inscripciones, incluso en época de crisis. Sin embargo, en países como Argentina el proceso de incorporación de esta técnica ha sido aún más rápido, donde actualmente hay una verdadera cultura Curves. “En Chile, es baja la cultura deportiva, comparada con otros países, pero está creciendo. La mujer está preparada para resistir físicamente y lo hace hasta que el doctor les dice que necesita hacer ejercicio y luego de recurrir a pastillas adelgazantes o quemadores de grasas, se da cuenta que una rutina segura te produce un bienestar incomparable a lo que un medicamento puede dar. Por eso en Buenos Aires a las 17:00 horas los Curves están llenísimos. Las mujeres dejan la oficina para ir a cumplir con su rutina. Las chilenas somos más lentas, necesitamos tener bien claro lo que nos hace falta para tomar la decisión”, comenta Evanyely Zamorano, dueña del gimnasio Curves Vitacura, Chile.

Pero además de la efectividad de la técnica de Curves, lo que lo hace aún más atractivo es la entretención que uno encuentra en el entrenamiento en conjunto con otras mujeres. La mayoría de las clientas llega porque una amiga le contó, o porque simplemente ha visto los resultados en esa amiga. Yo misma se lo he recomendado a mis inseparables camaradas ¡Y ahora están casi todas inscritas!

“Las socias me dicen que lo pasan bien, que es un lugar donde dan ganas de llegar. Yo veo que encuentran buena compañía, conversan, se ríen, algunas no conversan, sólo escuchan y terminan riéndose igual. A veces salen conversaciones irrepetibles. Celebran los buenos resultados cuando las medimos, y se dan ánimo si les va mal”, cuenta Evanyely.

Curves está recomendado para todo tipo de personas, niños, adultos, incluso embarazadas, ya que los ejercicios no tienen impacto y las máquinas no tienen sobrecarga. Así es que busca tu Curves más cercano e invita a tus amigas ¡Anímate a estar en forma!

Visita www.curves.com