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Dismorfofobia, cruzando los límites del bisturí

El caso de Michael Jackson es un ejemplo extremo de lo que los especialistas llaman dismorfofobia (miedo a la deformidad), un cuadro psiquiátrico que “afecta a personas que constantemente están encontrando defectos en su cara o cuerpo. Son personas que pueden tener 10 o 15 cirugías en distintas partes del cuerpo”. Pero hay otros ejemplo como el de Pamela Anderson, Jocelyn Wildenstein y Cher, entre muchos otros.

Creo importante poner ojo en este tema. Hoy en día hacerse un arreglo en la nariz, párpados, boca etc es cada vez más común. No hay nada malo en querer cambiar tu aspecto si eso logra subirte el autoestima, pero abusar de las intervenciones estéticas por tener altas expectativas tiene consecuencias devastadoras sobre la piel, músculos y cartílagos.

No faltan las mujeres u hombres que llegan a la consulta con la foto de algún famoso al que quieren parecerse. Ahí creo que nos encontramos con un paciente que quizás es preferible que tenga una mayor evaluación antes de pasar por el quirófano.

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He ahí donde entra en juego el criterio médico para detectar que hay algún trastorno. Pero siempre está la posibilidad de que aparezca el típico cirujano sin criterio o médicos no especialistas que se dedican a la cirugía plástica, o sea a ganar más plata.

Quizás parezca algo tradicional, pero recomiendo cien por ciento el look natural. Una vez que los “retoques” son demasiado visibles no hay vuelta atrás.

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