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Reflexiones fin de invierno

¡Que linda es mi tierra!

Comenzó la primavera. El clima mejora. Las terrazas vuelven a tomar vida, hay un vientesito fresco y no hay tanto smog en por lo mismo. Todo está más verde y el Chile del 2009 está entretenido. Se prepara el Bicentenario, hay elecciones muy pronto y la política al fin, está simpática en cuanto que hoy son 3 los polos que predominan. Al menos. La crisis está quedando en el pasado, aunque todos los santiaguinos tenemos claro, que terminará realmente cuando vuelvan a retomarse las faenas del Costanera Center.

A lo que hay que tenerle terror: a la Rotonda Pérez Zujovic. ¿Qué irá a pasar con aquella mítica redondela, protagonista de tanto tiempo perdido y varios accidentes fatales?

Pero se percibe algo lindo en Chile. Se huele finalmente un sentimiento de patriotismo entre la juventud, que buscan sus tradiciones en la música y el baile criollo de tomo y lomo. No sé si será porque vivo al lado de la fonda más grande de Providencia, pero este 18 lo sentí más que nunca. La cueca dejó de ser una lata, y mentes entretenidas están sacando buenísimas neo-cuecas, disfrutadas con alegría por cada día más personas. La cueca urbana llegó para quedarse. Para ser una más de las posibilidades de baile. Nadie puede haber quedado indiferente frente a la Parada Militar de este año: un despliegue armamentista que debe haber dejado aterrados a nuestros países vecinos.

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Mientras la ropa de invierno se va quedando en los clósets, un nuevo optimismo nos inunda. Santiago está que arde, y nuestras ciudades cada día están creciendo más. En dos años más el 15% de la energía del país, podría provenir de fuentes eólicas. ¡Seríamos ídolos!.

Tiremos el país para adelante. Qué importa lo que pasó décadas atrás. Miremos el futuro como un país que cosecha premios Sundance, que es referente del crecimiento sustentable, con el mejor turismo, con las más bellas ciudades y la gente buena onda. Miremos a Chile como un país como el gran desafío está en cambiar la educación radicalmente. Hay que preparar a las nuevas generaciones de chilenos que son los que asumirán el desafío de experimentar a un Chile lider del mundo.

Ya somos referente en pequeño círculos, tenemos todo para conectarnos con el resto del planeta, de la mejor manera para el bienestar de cualquiera nacido en esta patria.

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