Mujeres sofocantes

-Son esas mujeres que no saben diferenciar entre el deseo de estar con un hombre y sofocarlo. Es un problema para ellos: no quieren estar con esas chicas porque las sienten insegura. Pero no te preocupes porque tiene solución.

Si estás recién comenzando una relación es muy probable que te pase algo como esto porque no sabes muy bien en qué estás y tratas de aferrarte a lo que sea: pasas todo el día con el nuevo hombre de tu vida. Es, hasta cierto punto, normal porque la relación en ese momento está un poco en el aire. Se transforma en problema cuando te conviertes en necesitada: haces tu vida en torno a las suya y buscas constantemente de la aprobación de él. Además exageras en las visitas y te pasas metida en su casa y en su cama.

Si estás en una situación como esta, lo que Cosmopolitan sugiere es que no veas al tipo más de dos veces a la semana durante el primer mes (y el segundo también). Y que sólo te quedes en las noches con él cuando la relación ya está en caminada y se nota que avanzará a alguna parte. El quedarse a dormir tiene que darse en forma natural y no porque tú insistas en el tema, lo mejor es que él te lo ofrezca. Y tú asegúrate que no seas muchas veces a la semana, porque así la relación va directo al fracaso.

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El tema es que además de verte como una mujer insegura (por tu insistencia en estar con él), te sienten muy poco independiente. Te concentras tanto en él, en lo que hace y en estar juntos que al final tus decisiones pasan siempre por la aprobación de tu pareja (aun que él no lo sepa: tú te pones en su lugar y determinas según eso).

Evita que tu inseguridad salga a la luz, nunca hagas preguntas para tantear el terreno: ¿Qué hiciste hoy? ¿A dónde fuiste? ¿Con quién saliste? ¿Quién es ella? Eso los agobia, a cualquiera en todo caso.

Si después de esos dos meses sigues con inseguridades y con la constante necesidad de él, entonces es bueno que le preguntes si quiere formar una relación más definitiva contigo. Si te dice que no, mejor lo cortas, sino tendrás siempre una relación sofocante (y tal vez más que antes porque ahora sabes qué espera él: nada concreto) y eso cansa muchísimo. Mi consejo: qué importa lo que ellos digan. Sé tu misma, vive tu libertad y la de ellos, nunca los ahogues.