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Películas de día del padre

Las películas más emotivas para este día del padre

-Este domingo es el día del papá y en Belelú te daremos todos los días algún dato para que lo celebres en forma entretenida. Hoy, películas.

La cantidad de cintas de padres que hay es casi igual al número de películas de navidad y por lo tanto si mides cantidad versus calidad, la balanza siempre se inclina hacia el primero (Más barato por docena, Más barato por docena II, Entrenando a papá, etc.). Pero hay también filmes que te llegan al corazón y dices “qué buen padre”.

Mi lista de buenos ejemplos para este domingo la encabeza una de las más antiguas y conmovedoras: Kramer v/s Kramer, protagonizada por un Dustin Hoffman muy joven y una Meryl Streep casi infantil. Es de 1979 y trata sobre cómo Ted (Hoffman), recién abandonado por su esposa (Streep) tiene que lidiar con Billy, su hijo de seis años malcriado. El niño, lógicamente se siente solo, porque su padre no sabe hacer nada en la casa y pasa todo el día trabajando (la noche que su mujer lo deja, había sido promovido de cargo), pero se las arregla para educar al niño (con accidentes de por medio) y se convierten en los mejores padre e hijo. Ted lo cuida durante 18 meses sin saber nada de su ex mujer, hasta que ésta vuelve a Nueva York y pide la tuición del niño en la corte. El padre tiene que luchar por ganar y conseguir plata para el abogado (por dedicarse tanto a Billy, lo despiden), mientras el niño sufre entre su madre y su padre.

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En busca de la felicidad, una que hace llorar a cualquiera. Es de 2006 y fue protagonizada por Will Smith y su hijo Jaden. Es similar a la anterior: un padre que se ve abandonado por la madre de su hijo y que tiene que luchar con el niño por sobrevivir, pero en el caso de esta película es literal (la anterior la supervivencia se basaba en cocinar y trabajar), acá Chris Gardner (Smith padre) no tiene un peso porque se endeudó comprando scanners que no puede vender. Su esposa (Thandie Newton) deja la ciudad y Chris debe educar solo a Christopher, el hijo. Los echan del departamento por no pagar, pasan las noches en un hogar para indigentes (cuando alcanzan la fila), sufrir robos, dejar de comer, etc. Todo hasta que el ingenio de Chris lo lleva a postular a un programa de seis meses sin sueldo, para convertirse en corredor de bolsa. El problema es que durante ese tiempo tampoco vende las máquinas. Está basada en una historia real.

La cinta emblema: La vida es bella (1997). Un filme tremendamente conmovedor y humano ambientado en un campo de concentración Nazi durante Segunda Guerra Mundial. Cuenta la historia de encierro de un padre judío (Roberto Benigni) y su hijo. Guido, el papá, hace lo imposible porque Josué, el niño, no se entere que están en guerra y menos que están encarcelados. Es una historia de amor por la familia que lleva a Guido a hacer las cosas más insólitas para que Josué siga tendiendo una “vida feliz” a pesar de ser maltratados. Para que no descubra que ellos son los “enemigos”, Benigni le dice al pequeño que todos están jugando y que tienen que portarse bien, esconderse y no hacer ruido para pasar las etapas y ganarse un tanque como primer premio. El final hace llorar a cualquiera (la película entera en realidad).

Un papá genial, de 1991, muestra cómo Sonny (Adam Sadler) se convierte casualmente en el padre de Julian, un pequeño terrible hijo de uno de sus mejores amigos. El niño llega a la puerat de Sonny con una nota escrita por la madre del chico. En el papel la mujer le reclama al padre de Julian que se haga cargo de él porque ella no puede mantenerlo. El amigo de Sonny estaba viajando, por eso se tiene que preocupar del niño por unas semanas. Así se transforma en el “padre” del menor y Julian se convierte en la única persona que Sonny ha querido. Se encariña tanto que llega a juicio con su amigo para pedir la tuición de Julian.

Para un fin de semana no tan emotivo, están La familia de mi novia (2004) y Los Fockers (2007) que no te sacarán ni una lágrima, pero te harán reír. La primera cuenta cómo Greg (Ben Stiller) llega a la casa de Pam (Teri Polo), su novia, para conocer a la familia y, sobre todo, enfrentar al padre (Robert De Niro) un agente secreto de la CIA, que la sigue viendo como una niña. Los Fockers es la secuela, ahora los Byrnes (De Niro, Polo y Blythe Danner) conocen a los padres de Greg (Dustin Hoffman y Barbra Streisand), un abogado muy loco y una terapeuta sexual que consideran a su hijo como lo mejor que existe en el mundo, al punto de colgar en la casa los diplomas de último lugar en todo de Greg. Ambas familias tienen a unos padres muy especiales y muy buenos actores.

Recuérdame (2010), es una película muy emotiva, que tal vez no se basa tanto en los dos padres protagonistas (Pierce Brosnan y Chris Cooper), sino que en los hijos (Robert Pattinson y Emilie de Ravin), retrata la vida de estos los progenitores a través del sufrimiento de los niños. Muestra la poca (o nada) demostración de cariño de Brosnan y la falta de entendimiento de Cooper y cómo eso es, en el fondo, el profundo amor que sienten por sus hijos.

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