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Seminario “El Hombre detrás de las Pelotas”: Nada nuevo

Nunca quedó muy claro qué es lo que la Escuela de Publicidad de la Universidad de Desarrollo quería poner en el debate cuando convocó a este seminario. De hecho, muchas personas que llegaron la fría mañana del pasado miércoles 2 de junio a las alturas de San Carlos de Apoquindo, se sorprendieron por ver que el auditórium de este evento tenía un público fundamentalmente masculino.

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“Yo pensaba que aquí iban a haber puras mujeres futboleras”, se quejaba el fotógrafo de un diario capitalino. La verdad es que la audiencia estaba compuesta en su mayoría por alumnos de la universidad, además de algunos pocos profesores de otras carreras. De mujeres interesadas por esto del fútbol, poco y nada. Un diez por ciento del público total, con suerte.

Abrió los fuegos de este encuentro el periodista Sergio España, del Centro de Investigación Aplicada Mediática de la UDD, quien entregó algunos datos interesantes. Contó que el interés de las mujeres chilenas por el fútbol tiene antecedentes ya desde 1962, cuando una cantante le dedicó una canción al –por entonces- deseado Alberto Fouillioux.

España dijo que si bien el fútbol es un territorio masculino, “está siendo invadido por las mujeres cada vez más”, agregando que, “ahora lo hacen apasionadamente”. Como datos para apoyar sus argumentos, este periodista entregó cifras de rating de los partidos de la selección chilena en las últimas eliminatorias, las que mostraban que hombres y mujeres habían seguido casi por igual estos encuentros por la televisión.

Además, hizo hincapié en el aumento de la práctica del fútbol femenino en Chile, destacando que en la actualidad hay treinta mil chilenas jugando en distintas ligas e incluso cinco mil de estas se encuentran federadas.

La Vivi
Una cada vez más delgada Vivi Kreutzberger siguió con las exposiciones. De entrada confesó que, por influencia de su padre, de niña siguió mucho más el box que el fútbol; comentando incluso que acostumbraba a asistir a las veladas boxísticas que antaño se hacían en el Teatro Caupolicán. Sin embargo, contó que con el tiempo le gustó el fútbol y –según ella- ahora se manejaba con el tema.

De hecho, dijo que ahora opina mucho sobre fútbol en twitter y que no son pocos los hombres que se sorprenden, y hasta se enojan, por tanto comentario futbolero que redacta en 140 caracteres.

Tras confesar que estaba sorprendida por la poca cantidad de mujeres que había presentes en el seminario, pasó a explicar algunos conceptos futboleros apoyada por videos que –se supone- debían ser chistosos. La verdad es que más que presentación, lo de Vivi parecía un remedo de Video Loco. Algunos se reían, es cierto, pero lo cierto que análisis duro sobre el fútbol o una mirada a lo menos novedosa desde el punto de vista femenino no se encontró en la exposición de la actual animadora de Mega.

Hubo mucho lugar común, mucha vuelta, para terminar diciendo que lo mejor que podían hacer las mujeres por estos días de Mundial era “dejar tranquilo” al hombre.

La Claudia
Luego vino la presentación de la periodista Claudia Aldana, quien partió contando que por estos días andaba buscando una cama para comprar, ya que durante lo que dure el Mundial tiene pensando recluirse en su escritorio para así dejar solo a su marido en la pieza matrimonial, ya que este es un declarado fanático del fútbol.

Además, confesó no tener idea de fútbol e hizo un interesante paralelo de aficiones entre los géneros. Así, aseguró que “mientras el fútbol tienen el fútbol, nosotras tenemos el pelambre”. Sin embargo, la periodista destacó que a lo largo de su vida el fútbol le había servido para acercarse a los hombres, aunque no siempre con los mejores resultados.

Ahora, en cuanto a entender por qué a los hombres nos gusta tanto el fútbol y a las mujeres no, Aldana lanzó la siguiente teoría: “El fútbol se ve con hormonas, igual como cuando los hombres van al topless o a los cafés con piernas”. La verdad es que nunca lo había pensado de esa manera, pero no deja de tener razón.

La Renata
Cerró el seminario la comediante Renata Bravo, quien también partió su exposición con una confesión, aunque en su caso esta fue bastante personal. Aseguró que, entre el frío y el café, estaba con muchas ganas de ir al baño; por lo que sería breve.

Luego intentó prender a la audiencia tratando de entonar unos CE-HACHE-I, los que –afortunadamente- no tuvieron demasiado eco entre los presentes. Así las cosas, no le quedó otra que embarcarse en una suerte de rutina invertida de Coco Legrand. Es decir, un montón de obviedades pero desde el punto de vista femenino.

Y así contó que tiene un grupo de amigos con los que se junta a ver los partidos de la selección (las tres panelistas redujeron el fútbol nacional a la selección, prácticamente no hablaron del campeonato local y sus equipos) y en los que ella las hace todas: desde las compras hasta el asado mismo, pasando también por las ensaladas y los cigarros. Más que hablar de fútbol, Renata Bravo se dedicó a contar lo amarretes que eran sus amigos, que no le pagaban la cuota del asado y que hasta le ensuciaban el departamento.

También usó el recurso del marido fanático y sugirió que lo mejor es dejar a los hombres tranquilos cuando ven el fútbol. Finalmente, cumpliendo su palabra, terminó su exposición, la más corta de esa mañana.

Un flaco favor
Por lejos, lo más interesante de lo que se dijo el pasado miércoles fueron los datos entregados por el periodista Sergio España, en cuanto a la cantidad de mujeres que siguió las últimas eliminatorias por televisión, además del número de chilenas que practican el fútbol de una manera más o menos organizada.

Claramente, estos números dan cuenta de algún tipo de cambio cultural en cuanto a la penetración de las mujeres en el mundo del fútbol, ya sea como hinchas o deportistas. O sea, algo está pasando, y el que no quiera aceptar eso, está totalmente equivocado.

Sin embargo, me parece que las mujeres elegidas para dar una suerte de testimonio de todo esto que está sucediendo no fueron las más indicadas. Tal vez sus hijas o hermanas menores tengan más claro lo que está pasando con las mujeres y el fútbol. “Tal vez es una cosa generacional”, dijo Claudia Aldana. Por lejos, la de las reflexiones más interesantes de esa fría mañana.

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