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Ahora todo se trata de homosexuales

Recién los están defendiendo, sólo porque la sociedad salió del clóset.

-Desde que en Argentina aprobaron el matrimonio entre personas del mismo sexo, hemos leído y escuchado sobre homosexuales todos los días. Malo no lo considero, al contrario, creo que recién el mundo (o al menos Chile) está saliendo del clóset y ya no es “feo” que los diarios hablen del tema o que un juez le quite el cuidado de un niño a su madre y se lo de a un gay por considerarlo más capacitado.

Esa fue la resolución que ayer entregó la Octava Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago en el caso de Elías Bermúdez Garrido y el menor A.I.B.B. Bermúdez es el tío homosexual del chico de dos años y reclamó su tuición en 2009 cuando el Primer Juzgado de Familia de Santiago tomó la solicitud del Servicio Nacional de Menores de entregar en adopción al niño porque su madre sufre esquizofrenia y no podía cuidar de él ni de sus dos hermanos de nueve y cuatro años.

El tío no quería que su sobrino se fuera con otra familia porque se sentía perfectamente capacitado para hacerse cargo. Según el informe de la Sociedad Protectora de la Infancia, Bermúdez iba todos los fines de semana a ver a los hijos de su hermana, les compraba comida para el colegio y dejaba instrucciones sobre cómo cuidarlos en el SENAME. Gracias a los cuidados de Bermúdez los niños mejoraron su desnutrición y subieron de peso. La declaración final de la Corte dice que “atribuirle a la opción sexual una dificultad para el desarrollo del menor resulta una apreciación subjetiva (…) amén de discriminatoria”.

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Cuando este es el escenario (un familiar directo que quiere hacerse cargo y que los cuida responsablemente) ni siquiera debería cuestionarse el asunto, pero como su tendencia sexual no es la de la mayoría, la gente reacciona mal y dice que lo mejor es que se queden en el hogar porque podrían “desviarse” en el camino si lo crían dos hombres o dos mujeres. En el caso de Bermúdez no había una pareja asociada, pero es muy probable que en algún momento aparezca uno con el que se quiera ir a Mendoza a formalizar la situación, porque hay que decirlo, hoy se están casando más los homosexuales que los heterosexuales.

El hecho de que no hubiera otro hombre en la casa demuestra, a mi parecer, que el tipo no lo hizo para armar la “familia feliz” con niños y todo, sino que realmente se preocupó de los pocos cuidados que estaban recibiendo los menores y peleó porque se cumplieran y tuvieran una mejor calidad de vida junto a él: fue a la Corte de Apelaciones cuando no tomaron en cuanta los avances en los tratamientos que habían tenido los niños después de sus visitas.

Si la tendencia de los gays ahora es formar familias establecidas que estén respaldadas por un papel, creo que también podrían ser padres responsables y con “todas las de la ley”.

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