Actualidad

Piropos, ¿te gustan?

Pertenecen al mundo masculino y nos pueden hacer reír o correr. (cc) salvoguille

-Encontré una página en Facebook que alaba los piropos de los ciclistas, los del resto no les importan. Según la información del sitio, los hombres en dos ruedas están desbancando a los obreros de la construcción. “Para todos aquellos que admiramos la capacidad creativa de los ciclistas (…) Porque son una mezcla entre albañiles y camioneros, pero mejores”, dice la pequeña bio. ¿Es porque vienen de parte de ciclistas o es que a las mujeres nos encanta que nos griten en la calle?

Aun que hay muchas otras páginas en Facebook que dicen “Odio todos los piropos de microbuceros, cobradores, obreros y todos eso”, “Odio a los viejos que dicen piropos en la calle, podríamos ser sus hijas” o “No al acoso callejero o piropos (violencia verbal para las mujeres)”, yo me inclino más por la segunda opción. A nosotras nos encanta que nos suban el ánimo y qué mejor que con un buen piropo callejero.

Uno que suene lindo, tampoco esos que te dan asco de escucharlos, ni los típicos cursis. Pero si esos hombres que miran a las mujeres hacia abajo y que en un acto arriesgado (por la altura y lo peligroso del andamio), se asoman entre los muros de concreto y dicen con palabras bonitas que les arreglaste el día, claro que nos gusta y son ellos quienes nos mejoran la jornada a nosotras porque fuimos capaces de llevarles un poco de calor a la fría y húmeda construcción.

Recomendados

Los piropos pertenecen más al mundo masculino, la mujer, aunque tiene licencia para decir lo que siente cuando ve a un hombre guapo, se los guarda más para la pareja y en la intimidad. Es raro que nos topemos en la calle con una fémina gritando y es menos común que el aludido se ofenda. No así las mujeres que a veces sufren de acoso verbal cuando el piropo se transforma en algo ofensivo o invade nuestro espacio íntimo: se acercan a tu oído al punto de rozarte, esa sensación terrible nos deja vulnerables y con miedo a que nos vuelvan a decir algo en la vereda.

Se convierten en representantes de la dominación masculina y del acoso sexual: convertirnos en objeto del deseo de un tipo equis que nos da asco o vergüenza encarar porque nos hace sentir inferiores y nos obligan a cruzar o correr al sentirlo como una amenaza. Pero es muy probable que si enfrentamos a ese “macho” será él quien se escape de la situación, porque son valientes sólo para hablar.

En algunos lugares son todo un emblema. En Buenos Aires implementaron el día del piropo y coincide con el del adulto mayor, ¿será que hay muchos viejos piroperos allá o que es algo del pasado? En Argentina dicen que esta forma de expresión está casi en el olvido y que los jóvenes reniegan de ella, por eso la quieren revivir porque “ha formado parte de la cultura popular tanto en el pasado como en el presente y constituye una de las manifestaciones materiales, artísticas y espirituales transmitidas y creadas por el pueblo”, dice el Clarín.

Nos gusten o no, son parte de la cultura popular y es difícil que algún día se erradiquen porque se traspasan de generación en generación.

Tags

Lo Último


Te recomendamos