-Creo que todo va en la actitud con que te pares y mires la situación. Si te interesa alguien, sólo tienes que atreverte y comenzar el juego. Es cierto que no es nada fácil y menos si llevamos un tiempo solas: lo único que queremos es encontrarnos con el amor de nuestra vida en una junta de amigos o en el café de la esquina, así como por arte de magia. Entonces cuando conocemos a un posible candidato nos ponemos nerviosas, no sabemos cómo reaccionar y nos cuesta entablar una conversación porque sentimos que no estamos con el “training” necesario. Falso, todo se puede.
Lo que hay que hacer
- Escuchar lo que el otro te está contando. Hacerlo de verdad, no sólo poner la cara. Si se da cuenta de que realmente estás interesada en oír lo que te dice (siempre y cuando lo estés y no finjas), él notará la conexión. Una vez más: simple actitud.
- Buscar coincidencias en los gustos. Nunca forzadas, que salga natural. Si no hay ninguna, no importa, si estás con una visión positiva de la situación entonces esos gustos comunes aparecerán más adelante.
- Hablar del futuro sin miedos, con gusto por tus planes. Mostrarte una persona segura de lo que quiere o al menos con una visión clara. Contarle de tus proyectos con alegría y tratando de compartirlo.
- Escuchar sus proyectos y ver si lo puede apoyar en ellos. Si finalmente resulta la seducción y terminan juntos, entonces claramente lo apoyarás y él también a ti.
- Mostrarte auténticamente cariñosa y tierna.
- Querer pasar un buen momento. Otra vez, actitud.
- No hacerse tantas expectativas, éstas llegarán con el tiempo. La idea tampoco es idealizar la situación, hay que vivirla simplemente, el resto llega con el cariño.
Lo que no hay que hacer
- No digas que sufriste en tu relación anterior, todos pensamos que eso suma puntos porque damos pena y ganas de abrazarnos. Pero es mentira, los resta y mucho: quién querría estar con una víctima. Lo mejor es la seguridad y valentía ante la vida. Tampoco te quejes de quienes te rodean en la primera cita, eso viene después cuando ya se conocen harto (el tiempo en esa parte es relativo) porque recién ahí dan ganas de contenerlo y que te sostengan a ti, antes saldrían corriendo.
- Las prioridades obvias como hijos o padres, no hay que nombrarlas (por algo son obvias), porque lo harían sentir como prescindible.
- Dudar de lo que te cuenta genera desconfianza, es lo peor. Si alguien te está mintiendo se nota, no creas que no te dicen la verdad sólo porque tú tienes miedo de que no sea cierto lo que te dice o porque sientes que todos mienten. La vida es tanto más fácil, si le quieres creer, porque le tienes cariño, adelante. Si después descubres que te mentía, entonces ahí te preocupas. Igual la idea es que tengas ojo y elijas a los que no son mitómanos.
- Si hablas mal de antiguas relaciones, porque crees que eso lo hará sentir mejor, demostrará que sólo te escuchas a ti misma.
- No hablar de dinero, ni siquiera decir que necesitas poco o que nadie te tiene que mantener o que tú no mantienes a nadie, porque lleva a la relación a un punto de compra-venta dejando de lado los sentimientos.
- No decir que tenemos poco tiempo (además siempre lo hay, sólo tienes que hacértelo), porque eso demuestra que no sabemos administrar nuestros espacios para consolidar el vínculo.
