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Ya no nos amamos, pero igual vivimos juntos

Cuando se separan, pero no tanto.

-“The Break-Up” con Jennifer Aniston y Vince Vaughn, habla de este tema: cuando las parejas ya no están “juntas”, pero siguen bajo el mismo techo. ¿Por qué continúan viviendo juntos si ya no hay amor? Los personajes de la película lo hacían porque ninguno quería dejar su casa y peleaban por mantenerse en ella. Hay otras parejas que lo hacen por dinero, porque se tienen cariño o porque en el fondo no pueden vivir sin el otro, así se convierten en “los que duermen en el sillón”.

Esta modalidad de vivir sin convivir, parte generalmente con la decisión de la pareja de terminar su vida sexual. En lugar de cambiarse de casa y separarse en forma más radical, deciden irse de la pieza y empezar a hacer la vida en el living (comer, dormir, trabajar). Así como hacía Gary (Vince Vaughn) en la cinta. Su personaje no estaba dispuesto a dejar su hogar, entonces hizo de la sala su nueva casa, en ese sitio Brooke (Jennifer Aniston) no podía hacerle ningún reclamo, él por supuesto se aprovechaba y jugaba videojuegos todo el día, ensuciaba con comida y ponía los pies en la mesa.

Ella eligió quedarse en la pieza, más cómoda. Porque tampoco estaba dispuesta a abandonar su hogar, ni a Gary: se paseaba desnuda para provocarlo, se inventaba citas con hombres terribles que la iban a buscar a la casa, se vestía sexy, etc. Él, celoso, llevaba a sus amigos para que desordenaran el living y jugaran videos toda la noche.

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¿Pero por qué siguen? Ellos porque se querían. Otros, porque no se pueden mantener económicamente por separado: aunque está la opción de irse a vivir con algún amigo o pariente e incluso a la casa de los padres (la peor, por un tema de independencia), tomar esa decisión cuesta y prefieren seguir bajo el mismo techo para que sus gastos no se multipliquen. El problema de esta opción es que al final el clima se vuelve hostil e insoportable porque están juntos sólo por plata.

Cuando eligen quedarse porque en el fondo se quieren, pero tienen que tomarse un descanso, como hicieron Gary y Brooke, la relación empieza a tener “recaídas” constantes, porque dormir en la pieza de al lado tienta. Se producen entonces encuentros sexuales cada cierto tiempo que lo único que hacen es confundir las cosas y no siempre para mejor. La excusa de continuar la estadía juntos, en ese caso, es que “nos queremos como hermanos”. Falso, se quieren como una pareja con problemas.

Otra razón: las parejas interdependientes. Aquellos que se mueren si dejan de vivir con el otro porque esa persona representa todo el equilibrio que necesitan para continuar, son quienes los aterrizan. No pueden renunciar a la aprobación ni consentimiento constante de la pareja. Significa que la relación está basada más en la pasión que en el amor. Miran a su ex como alguien absolutamente necesario en su vida porque su autoestima dependerá de lo que diga y haga el que está al frente.

Personalmente si termino con mi pareja, me iría de la casa como sea porque seguir “estirando el elástico” es perjudicial para los dos, creo que lo mejor es cortar definitivamente si están seguros de querer hacerlo. Cuando continúan “juntos, pero no revueltos”, en el fondo es porque se siguen queriendo y en ese caso lo mejor sería tratar de solucionar las cosas de frente, porque las visitas nocturnas a la habitación del otro no funcionan y claro, es rico por un rato, pero después qué… ¿Seguir así hasta que alguno tome la decisión de irse? Esa opción puede llegar años después, cuando la relación esté absolutamente quebrada.

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