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Hoy al medio día, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, leyó la resolución de la Congregación para la Doctrina de la Fe donde el Vaticano informaba que declara culpable del delito de abuso sexual contra un menor al sacerdote Fernando Karadima, el ex párroco de la Iglesia de El Bosque.
Como la Santa Sede no lo puede enviar a la cárcel (no es la justicia) y apelando a la edad de Karadima, le ordenó retirarse a una vida de oración y penitencia en un lugar que aún no está definido. Además no podrá tener ningún tipo de contacto con sus ex parroquianos, ni con miembros de la unión sacerdotal, ni con personas que se hayan dirigido espiritualmente con él. Pero como no se trata de una prisión, igual podrá ver a algunas personas. También le prohibieron de manera perpetua el ejercicio público de cualquier acto del ministerio, además no podrá tomar ningún encargo en la Unión Sacerdotal del Sagrado Corazón.
Karadima tiene 60 días para apelar y al parecer lo hará, porque después de saber la sentencia se mostró muy sorprendido porque él sigue asegurando que es inocente. No pensó que el Vaticano lo encontrara culpable y por eso dijo que iba a leer muy detenidamente la resolución.
Ezzati manisfetó su dolor por las víctimas de Karadima, con quienes se reunió hace poco. Es cierto que el Vaticano mucho más no puede hacer, pero esto es como enviarlo a un retiro. Lo que sí rescato es que al menos ellos actuaron, mientras que la justicia chilena no hizo más que declararlo inocente, pero hay que aclarar que la fiscal Loreto Gutiérrez recomendó que se reabra la investigación penal contra Karadima, según señalan en Ciper Chile.