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¿Pareja o mascota?

Yo pareja ¿y ustedes?

Es todo un tema que encotré en una encuesta por Internet y que según los resultados que llevaban hasta el momento en que voté, el 64% se quedaría con la mascota antes que con la pareja. Me llamó harto la atención sobre todo por la lilviandad con que votaban “mascota” y echaban a la basura una relación de años, ¿qué harían ustedes?

Cuando ninguno quiere mascostas, bien; cuando los dos aman las mascotas, bien también; cuando uno quiere un perro y el otro un gato empiezan los conflictos y cuando uno no quiere nada de nada con las mascotas y el otro se muere por ellas, el asunto se pone “color de hormiga” y la relación comienza a peligrar. ¿Han pasado por alguna de estas situaciones? Yo ahora lo estoy viviendo: me encantan los perros y mi pololo los odia.

Igual el tema no es tan terrible para nosotros porque ni siquiera vivimos juntos, así que hasta el momento no tenemos conflictos por quién lo saca a pasear, ni peleas del tipo “¡te dije que no lo tuviéramos!”. Por eso mismo creo que este tipo de problemas se incrementan cuando vives con tu pareja y entre ellos hay diferencias respecto de las mascotas. También creo que depende de la edad porque si tienes 15 años y amas a tu perro y tu pololo, también de 15, lo odia, obvio que te quedas con el perro porque a esa edad las relaciones son casi desechables y te da lo mismo que a él no le guste, tú elijes a tu mascota que conoces mucho más y le tienes muchísimo más cariño que a tu noviecito de colegio.

Quizá es por eso que el 64% votaba por sus mascotas, son niños o tal vez yo no le estoy dando la importancia que se merecen los animales y la gente sí y entonces los prefiere antes que a su relación. Lo cierto es que idependientemente de si te gustan o no los animales y quieres tener o no uno, tienes que llegar a un acuerdo con tu pareja porque si es una con quien pretendes pasar el resto de la vida, este tema les pesará siempre y será constante motivo de peleas. Por eso tenemos que ser tolerantes y comprensivos y llegar a un acuerdo que beneficie a los dos: aprender a tener mascota o a dejar de tener. Eso dependerá mucho también del tipo de casa y el espacio que tengan para cuidarla porque si no es suficiente ahí sí que sufrirán los dos, el que quería y el que no, pero si es grande el que no quería ni siquiera se dará cuenta de la presencia de la mascota y así los dos quedan felices. ¿Qué creen ustedes?

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