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Aborto en Chile: Muchos argumentos y pocas soluciones

Todos discuten pero nadie lanza ideas para solucionar el problema real.

Hace rato que estamos hablando del aborto en nuestro país y el mundo entero. Todo el mundo opina muchos a favor y hasta el momento quienes tienen el poder en contra. Pero el problema es que la discusión solo se basa en el acto de terminar con un embarazo y no en como solucionar todos los problemas que existe alrededor de la mujer que desea abortar.

En el sitio eldinamo.cl se presentó la discusión mediante dos columnas de opinión una de Rodrigo Guendelman y otra de Marcelo Brunet que se contraponen con interesantes argumentos que defienden increíblemente sus posturas.

El principal argumento de Guendelman fue: “En un país donde es dificilísimo adoptar y hay mucha más demanda que oferta -no porque haya pocos menores abandonados, sino porque nuestra legislación se obsesiona con que ellos debieran volver con sus padres biológicos abandonadores- cada niño que carece de alguien que lo ame, lo proteja, lo abrace, le enseñe y lo acoja 24/7 es un ser que tiene altísimas probabilidades de vivir una vida de mierda, llena de inseguridades, siempre arrastrando una cojera invalidante”.

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Esto me hizo pensar en las terribles deficiencias que existen hoy en el Servicio Nacional de Menores (SENAME) institución en la que pocos confían porque hasta el momento hemos visto lo mal administrado que está. Los niños más difíciles se escapan constantemente y no tienen atisbos de rehabilitación. Además de los niños con mala conducta existen cientos de niños callejeros abandonados y ninguna organización es capaz de hacerse cargo de ellos. ¿Cuántos de esos niños logran obtener oportunidades de estudio y trabajo reales cuando crecen?

Pero Brunet fue mucho más allá y basó su argumento en términos filosóficos más que tangibles. Respondió al conductor de “Divertimento” con un certero “desgraciadamente, en este mundo tan poco idílico, esos casos de afortunados niños son minoritarios. Pero condicionar a la voluntad de un tercero el derecho a nacer de estos “menos afortunados” es una doble injusticia”.

Creo que basar la discusión del aborto sólo en términos filosóficos sobre lo que es justo y lo que no, no ayuda a ver con claridad la compleja situación social en la que se encuentran miles de jóvenes mujeres de escasos recursos a los que nadie les ha inculcado la cultura que les muestre que en el futuro pueden salir de su miseria y se dedican a tener hijos y en algunos casos prácticamente abandonarlos a pesar de vivir con ellos. A esas personas la filosofía estudiada en una gran universidad no les sirve de nada. Ellos necesitan soluciones y ayuda tangible. Quizás si personas como Brunet y Guendelman pudieran hablar de soluciones reales a la situación de los niños con vidas del terror esta discusión podría engrandecerse y llegar a alguna parte.

Por ahora yo creo que es fundamental fortalecer el SENAME y darle la importancia que esta institución tiene en  su misión de ayudar a forjar el futuro de Chile.

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