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Amor a distancia

Tener una relación exitosa cuesta.

Hay relaciones que duran para siempre por fortuna del destino. Nunca han tenido problemas ni dificultades, nunca se vieron enfrentadas a conflictos que atentaran contra la integridad de la relación. Nunca dudaron del amor, nunca miraron para el lado, nunca se aburrieron. Nunca se dejaron estar y nunca terminaron.

Para el resto de los mortales, tener una relación exitosa cuesta. Incluso algunas veces cuesta tanto que uno tira la toalla. Se sufre harto por amor. Se sufre tanto que en momentos de desesperación uno nunca más quiere exponerse, nunca más quiere intentar. El esfuerzo es tan grande, y la pérdida tan dolorosa. Sin embargo, recuperadas las energías y saldadas las heridas, nos lanzamos nuevamente a la búsqueda del amor eterno, de esa ilusión que nos han instalado en la cabeza de que existe en alguna parte del mundo “The One”, aquella persona que nos amará por todo y a pesar de todo.

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Yo soy una romántica empedernida, aunque varias veces he querido no serlo para no pasarlo mal. He andado de pesimista y de optimista por la vida. He sufrido y he hecho sufrir. Ahora estoy feliz y en una relación que se ve encaminada hacia el éxito absoluto. Lamentablemente, existen factores que atentan contra esta seguridad.

Compartiré con ustedes algo personal. Mi pololo tendrá que irse un tiempo fuera de Chile, para después volver e irse nuevamente sin fecha fija de regreso. Esto lo supe casi desde el primer día en que nos enseriamos. Era una promesa negra que algún día llegaría, y ahora, ad portas de que suceda nuestra separación espacial, me veo ante la terrible realidad de enfrentar las dificultades de una relación a distancia.

¿Cómo hacer que esto realmente funcione? Las ganas y el amor están, pero, ¿será suficiente? Hace mucho tiempo, no era extraño ver parejas que subsistían, por años, en base a relaciones epistolares, sin las comodidades a las que estamos acostumbrados hoy en día. Imposible claramente no es. Tengo la suerte de haber nacido en la generación del skype, la webcam, gmail, herramientas a las cuales les sacaré el jugo al máximo, y bueno, también dedicarme a mí, y a seguir construyéndome yo como persona. No hay mucho más que hacer aparte de eso, y bueno, tener fuerza y echarle pa’ delante y ver qué pasa. Tengo la idea fija de creerme el cuento de que nuestra relación es tan fuerte que esta distancia es solo un bache en el camino y tendré un poco de fe ciega en él. Seré optimista, y mediré a mi misma que las cosas al final, van a resultar para mejor, independiente del desenlace.

Quizás las grandes relaciones de tu vida necesitan un poco de riesgo y un poco de miedo. Si él es The One, me tiene que costar un poquito, ¿no creen? A algunos no les cuesta nada, a otros les cuesta toda la vida. A mí me costará un rato, y quien sabe, quizás esto sea lo que nos demuestre que juntos, tenemos pa’ rato. Si la distancia nos separa, entonces no nos queríamos tanto como creíamos, pero si la distancia no rompe lo que tenemos, entonces nos querremos por mucho tiempo más.

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