Me encanta vacacionar en marzo

Hay cosas que simplemente nadie puede dejar de aprovechar. Una de esas son las ventajas que ofrece el comercio en esta época, rebajando de manera significativa los precios de los viajes a cualquier destino, sea nacional o internacional. Es que desperdiciar la oportunidad de comprar un pasaje a Iquique o Punta Arenas  a mitad de precio es la estupidez máxima.

Son varias las empresas dedicadas al rubro que ofrecen paquetes de viajes verdaderamente convenientes, para compensar así el bajo flujo de turistas que contratan sus servicios. Algunos bajan el precio de los pasajes, estadía, o promociones gastronómicas, y otros ponen a disposición ofertas dos por uno, para salir bien acompañada.

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Lo bueno de todo esto, es que uno puede pagar poco por el mismo servicio que se ofrece en enero o febrero, sólo que lo haces en marzo. El clima aún esta bueno, los días son bastante soleados y no hace frío. Perfectamente puedes bañarte en la playa, o ir a cualquier otro lado sin mayores problemas.

Otra ventaja es que no hay tanta gente, puedes caminar tranquila sin chocar con los otros veraneantes o sentir que en cualquier momento de topas con el compañero de trabajo que te cae mal, con un familiar lejano, o vecino, porque todos están trabajando. Tampoco existe ese estrés que reina en los padres cuando salen con sus hijos a comer a un restaurante o pasean por el borde costero, gritándoles que no hagan eso, no toquen aquello, no salten, no peleen con sus hermanos, no corran, no hablen…

No hay problema con los estacionamientos, y ese sí que es problema de gran magnitud cuando se va a la playa, porque hay veces que simplemente no encuentras ningún espacio disponible, y si es que lo hay, es justo en el lugar donde la tarifa por hora es más cara. Al final para ahorrar buscas un lugar bien apartado de la playa, pero con el miedo constante de que no le vaya a pasar nada al auto.

Eso en Chile, pero estas ofertan también se extienden hacia otros países. Pasajes a Estados Unidos, Brasil, y Perú están a precios que el bolsillo puede aguantar. Lo importante es fijarse siempre en la letra chica, las fechas de expiración y si la empresa es seria. No vaya a pasarle que por contratar algo tan barato lo estafen como les ha pasado a varios.