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El “problema” de hacer deporte

No basta con mejorar la calidad, es necesario un cambio rotundo de mente e infraestructura.

No hay caso, Lavín y yo no vemos la educación de la misma manera.

Resulta que ahora que salieron los “sorprendentes” resultados del Simce de Educación Física, resulta que es momento de cambiar la cosa. Hasta ahí íbamos bien.

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Hace rato que la educación física en este país es un asco, especialmente en los liceos. Son pocos los colegios que le dan la verdadera importancia al “mente sana en cuerpo sano”. Acá culpo a los líderes de educación de lo últimos 30 años, directores de colegio, profesores de educación y padres por igual.

Mi hija siempre practicó deportes al menos una vez por semana: natación, escalada y luego voleybol. Llegando el año pasado a entrenar y jugar 6 días de algunas semanas de torneo.

Mi preocupación de que una vez a la semana era muy poco, fue cuando ella simplemente una vez no usó el buzo el día de educación física. “Para qué, si hace un mes que no hacemos nada, a lo más vemos una película”. Horror.

Fui hablar con la Directora. Resultaba que el profesor estaba con licencia y nadie lo reemplazaba. Cuando regresó 3 semanas después, sus actividades eran lentas y duraban la mitad de la clase para que luego los niños jugaran fútbol. ¿Las niñas? Parece que no son importantes. ¡Con razón el porcentaje de alumnas con sobrepeso es 4 veces mayor en los sectores bajos que en los altos!

Cuando yo estaba en el colegio particular pagado “de buena familia” nos obligaban no sólo hacer deporte en el Estadio del Colegio como 4 hora sino que a ducharnos al terminar. No era opcional. Además, había un sinfín de talleres y selecciones el colegio donde una podía entrenar. Nos separaban entre hombres y mujeres porque el desempeño y ejercicios eran distintos, pero nos obligaban por igual a hacerlos. Recuerdo claramente las pocas veces que logramos escaparnos, nos buscaron y nos castigaron con más ejercicio.

El liceo de mi hija tiene 2 horas pedagógicas de educación física un día a la semana, con suerte. No tiene talleres deportivos para niñas (para hombres hay fútbol y karate, creo) y no tiene equipos ni compite en ningún torneo escolar. Me vi obligada a buscarle deporte por otro lado. Pero se supone que los liceos son para las familias que no siempre pueden pagar ese extra, no?

Coincido con el señor Lavín que hay que tomar medidas, pero ¿de verdad cree que sin incrementar las horas será mejor? Es necesario que aumenten las horas y los días a la semana. Todos los médicos coinciden que es sano practicar deporte 3 veces por semana, ¿Por qué los niños menos? Todo lo contrario, tienen más energía.

Hoy escuché al Ministro en su entrevista en BDT de Canal 13, hablando del “problema que es” que los niños tengan que cambiarse antes y después de hacer deporte. ¡O sea! Pensar en hacer un cambio significa que no sólo los escolares tengan más y mejores clases, sino que se construya la infraestructura para realizarlo adecuadamente: gimnasios, camarines y duchas.

Al final con estos parches y Simces lo único que logran es que los estudiantes practiquen sólo lo que se les va a medir, como pasa con Lenguaje, Ciencias y Matemáticas, más que enseñarles y motivarlos a hacer deporte. Cualquiera.

Quizás, cuando sean más grandes mantendrán la costumbre y pedirán duchas y estacionamiento de bicicletas en sus oficinas. ¿Sería lindo, no?

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