No existe un manual para las redes sociales

Me extraña lo mucho que se habla y se “debate” en internet sobre cómo usar las redes sociales. Me extraña porque, en mi humilde opinión, cada uno decide cómo hacerlo.

Si alguien decide contar sus penas, bien. Si alguien decide copunchentear, bien. Si alguien decide contar cada detalle de su vida, bien también.

Así como decidimos lo que escribimos en las redes que usamos, también decidimos a quiénes seguimos o de quiénes somos amigos en Facebook. Si alguien se pone muy detallista, muy latero, muy metiche, muy desubicado, muy “lanzado” o lo que sea… ¡Fácil! Dejamos de seguirlo, lo eliminamos, lo bloqueamos o qué se yo. Hay hartas formas de evitarlos. Aunque si es un amigo relativamente cercano, la cosa se pone un poquito complicada. Pero todo tiene su solución. En Facebook, por ejemplo, se puede “administrar” la página de inicio y así sólo se muestran las actualizaciones de las personas que tu eliges. En cambio en Twitter, la única forma es dejar de seguirlos. Ojo, les nombro sólo las dos de las redes sociales más utilizadas.

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Si bien cuando recién comencé a usar Twitter, me preguntaba y repreguntaba qué cosas podía y no podía escribir. Hasta que me aburrí y decidí escribir lo que a mí me parecía bien. Lo que pensaba en el momento, lo que me pasaba y consideraba no tan personal, porque no me gusta publicar mi vida tampoco. Pero lo que sí hagoes ayudar a difundir ideas o movimientos animalistas y ecologistas haciendo retweet.

¿Y Facebook? Bueno, por ahora lo tengo cerrado, mientras me preparo para dar la PSU -nuevamente-  este año. Pero antes,  lo usaba para mantenerme en contacto con mis amigos y subir algunas fotos.

Lo lindo de las redes sociales es que siempre me encuentro con alguien que ingeniosamente le saca provecho de una forma distinta a la “común”. Y también me encuentro con otros que hablan puras huevadas (según mi criterio). Pero la cosa es simple, no los tengo en mi Timeline.

¿Y ustedes? ¿Cómo usan las redes sociales?