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El acoso sexual llegó hasta el FMI

Ojalá no sea cierto

Nos enterábamos ayer del arresto del ahora ex presidente del Fondo Monetario Internacional (FMI), y virtual candidato a la presidencia de Francia, Dominique Strauss-Kahn, cuando se encontraba sentado en el avión que lo llevaría a París. Hoy nos enteramos de que fue reemplazado por el Interino John Lipsky. Un buen resumen de todo esto es el que hace El Mostrador.

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Los motivos que le acusaban eran los cargos de abuso sexual a una camarera de hotel en Nueva York, intento de violación y privación de libertad. Las acusaciones Strauss se duchaba salió de la habitación desnudo, se abalanzó sobre una camarera que limpiaba el pasillo, la forzó a entrar a la pieza, la lanzó sobre la cama, intentó abusar de ella y ante la negativa, la dejó ir. En otros periódicos se dice que la camarera estaba dentro de la habitación, que salió y él la persiguió, la llevó a un baño y le obligó a realizarle sexo oral.

Tristane Banon, declara que hace nueve años Strauss intentó violarla, pero no lo denunció por miedo.  Además fue investigado por una relación que tuvo  con una empleada  subalterna del mismo FMI. Estos antecedentes me imagino son claves a la hora del proceder de la policía, aunque el motivo específico que probó la necesidad de detenerlo, fue el que la mucama habría reconocido a DSK como se le conoce en Europa en una rueda de reconocimiento.

Ahora,  los abogados lo defienden asegurando que a la hora donde habría tenido lugar el incidente, él comía con su hija, y que todo esto es un montaje. Su esposa, Anne Sinclair, una renombrada periodista francesa, también lo defiende, diciendo que no cree ninguna palabra de las acusaciones.

Más allá de lo que en realidad pasó – aún no hay una fuente oficial que aúne los rumores de cómo sucedió lo que supuestamente sucedió- o cómo pasó, me parecen destacables varias cosas, y creo que elucubrar es una herramienta efectiva para reflexionar.

Primero, supongamos que sí, este hombre abusó de la mujer. Si así fuera, me parece muy bien que ella no se haya quedado callada, que sus compañeros la hubieran apoyado y que la policía hubiera procedido como correspondía, a pesar de que se trataba de una persona con un cargo tan importante. Antigüamente, una mujer violada o abusada tenía siempre las de perder, siendo incluso culpada por haber “provocado” a su agresor. Así que si efectivamente el viejujo delinquió

Segundo, ¿Pero qué pasa  si todo esto efectivamente sí es un montaje? Si el señor en cuestión tiene las cohartadas correspondientes, “no habría problema”. Excepto que sí lo hay. No pudo asistir a una reunión que tenía programada, y a varias más seguramente. Permanece detenido y no se sabe si será liberado bajo fianza o no; aunque si lo es, no podrá abandonar los Estados Unidos, con el consiguiente desmedro en su carrera política.

Me gustaría que todo fuera mentira: siempre es terrible que a alguien se le viole o abuse; pero decir que todo fue mentira, tampoco es maravilloso. Saber que se trató de un montaje reafirma lo que pensamos  de las altas esferas del poder donde todo es válido para ganar la batalla, desacreditando de paso a todas las mujeres que seguirán siendo abusadas, y que cuando denuncien, serán cuestionadas de si no están participando en un montaje.

*Notablemente espantosa es este comentario de una columna que encontré hace un rato, donde un periodista machista y retrógrado, le echa la culpa nada más ni nada menos que a las camareras “Que se visten como putas y se lanzan a los brazos de los huéspedes de los hoteles”

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