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Una gata llora en mi techo ¡La odio!

Es cierto quería un gato de mascota, pero algo me hizo cambiar de opinión y eso fue justamente uno de estos animales. Falta muy poco para que llegue el mes felino y mi casa pareciera que fuera el mejor burdel del barrio para ellos.

Me explico. Lo que pasa es que llevo por lo menos una semana escuchando los quejidos de algo que al principio pensé que era una pobre guagua enferma de alguna afección típica del invierno pero no. Luego de un análisis del sonido, me di cuenta que en realidad era un gato o más bien gata que maúlla incansablemente para conseguir un novio. Es tanto el maullido que me despierta todas las noches y las mañanas ¡no deja dormir a nadie!

Yo no sé de donde vendrá pero está en mi techo todo el rato, pienso que quizás los antiguos arrendatarios le daban de comer y que por eso llega a mi casa. Pero hace unos días cuando llovió fue terrible la casa tenía un olor a gato insoportable. Según lo que leí las hembras maúllan para llamar la atención de los machos mientras que ellos orinan para marcar su territorio y resulta que la gata esta parece que es bien promiscua porque ya la he visto con varios chiquillos que me tienen todo el patio pasado a gato.

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Un amigo bien maldito que tengo me dijo que si quería que esta tortura terminara pronto le diera comida con vidrio molido, ¡VIDRIO MOLIDO! Como se le ocurre decirme una cosa así, quedé impresionada y me enojé mucho con él. Una cosa es querer desalojar a esa gata de mi casa y la otra es convertirme en asesina.

Lo mejor que leí sobre esto es que el celo dura 15 días eso quiere decir que me debería quedar solo una semana de sufrimiento aunque si no queda preñada luego creo que siguen con el jueguito hasta que lo logran. No sé pero he dormido pésimo por su culpa y el otro día para más remate entré a la cocina y me la topé toda instalada y bien relajada mirándome fijo como si yo estuviera irrumpiendo en su casa. Le dije que se fuera, hice maromas, moví los brazos, las piernas, parecía una loca pero de alguna manera tenía que sacarla de ahí así que tomé la escoba le pegue a la puerta para asustarla y logré que se fuera pero antes de salir por la ventana me miró y me hizo un desprecio.

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