Amamos los cosméticos, amamos a Ricky Martin, y amamos iniciativas como esta. Hace un buen tiempo, una fabulosa marca de cosméticos que hace muy poquito llegó a Chile, pero con precios prohibitivos, tiene una campaña constante para aportar a fundaciones que se dedican al combate y prevención del sida, y se ha hecho de representantes tan bacanes como Lady Gaga y Cindy Lauper y ahora Nicky Minaj y Ricky Martin.
La campaña consiste en que se lanza un determinado producto o varios cuyas ganancias van íntegramente a la fundación que al apoyo de las personas con SIDA y HIV alrededor del mundo. En la página muestran lo que se hace con la venta de un lápiz labial; sirve, por ejemplo, para un par de zapatos para un niño, para un test oral para detectar el sida, 18 tortas de cumpleaños, 2 cajas de mercadería, un pack para celebrar Navidad, 14 tiras de monitores de glucosa.
O sea, es un aporte consistente que no sólo considera el aspecto médico, sino que también se hace cargo de otros aspectos esenciales para la nutrición y desarrollo emocional de los enfermos de sida o portadores de VIH, para hacerles la vida un poco más digna.
La cosa es simple: si nos sentíamos culpables comprando un labial de casi quince mil pesos, ya no es necesaria la culpa: será por una buena causa al menos.