Un año sin espejo es proyecto que emprendió Kjerstin Gruys, una sicóloga californiana de 28 años. La idea nació luego de leer en un libro, como unas monjas eran obligadas a olvidarse para siempre de ver su reflejo.
PUBLICIDAD
La noticia apareció en la revista TIME, donde esta californiana contó su decisión. Dijo que hace poco había recibido una propuesta de matrimonio y cuando se probaba el vestido, comenzó a encontrarse una serie de defectos al mirarse al espejo. Pensó en adelgazar y así recayó en la anorexia. De esta forma se planteó el desafío de no volver a mirarse al espejo.
La odisea comenzó el 26 de marzo, por lo que ya lleva seis meses sin verse. Kjerstin Gruys cuenta la experiencia en su blog Mirror, Mirror Off the Wall, donde narra lo que es vivir un año sin espejos y sin ver su reflejo ni siquiera en la vitrina o vidrio de la calle. Además cuenta cómo le ha cambiado la vida y ha ido aumentando su autoestima. Ahora dice que extraña mirar las partes de su cuerpo que sí le gustaban y que en un momento se vieron empañadas por su disgusto físico.
Al principio su madre no podía creer que fuera a hacer esto antes de casarse y no quisiera mirarse con su vestido de novia. También, le pidió a sus amigos que no etiquetaran sus fotos en Facebook, tapó los espejos de su casa y evita cualquier reflejo tanto dentro de su oficina como en el camino a ella.
Además, dice que ya no pierde tiempo en maquillarse ni peinarse, pues contrató a alguien apra que lo haga. Y para la calma de los lectores de su blog, ella se dará un gustito el día de su boda, donde mirará algunas fotos.
Y tu ¿podrías vivir sin un espejo?