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Lo que estás dispuesta a transar

En el sexo y en el amor uno tiene que estar consciente de que hay ciertas cosas que uno va a tener que aceptar. Personalmente soy bastante porfiada y pucha que me ha costado entender este tema

En el sexo y en el amor uno tiene que estar consciente de que hay ciertas cosas que uno va a tener que transar. Personalmente soy bastante porfiada y pucha que me ha costado entender este tema. Pero ¿les digo algo? Desde que lo consideré como una buena vía para tener relaciones placenteras, me ha servido de mucho. Aunque ahora que lo pienso, creo que maduré un poco.

Por ejemplo, antes no transaba nada, ni siquiera que mi pareja llegara una hora atrasado ni mucho menos que no me llamara por lo menos una vez al día. Siento que a veces las mujeres tenemos esa parada de divas o de reinas de la relación, queremos que nos traten como princesas y olvidamos que ellos también necesitan atención.

Hoy más que nunca he aprendido que si él no me llama, lo  llamo yo. Si yo no me preocupo de comprar algo para comer, sé que él lo hará. Si él no se atreve a dar el primer beso, me lanzo yo. Si él no me insinúa que quiere tener sexo, lo desvisto. Si él no puede pagar la cuenta, lo hago yo. Si se pasa de copas, se tolera, mientras no sea toda al semana, está bien. Si no es el mejor dueño de casa, se puede ir puliendo, de hecho yo lo hago pésimo.

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Pero hay otras cosas que no transo ni loca. No tolero respuestas pesadas sin razón. O sea una pena que el tipo haya tenido un mal día, pero no por culpa mía. Asumo que hay situaciones en las que ando muy mal humorada, pero soy de las que busca un oído para desahogarme, porque de esta forma evito desquitarme con malos tratos. No transo que un chico se haga el tonto. Eso realmente lo detesto. No aguanto cuando ellos saben que hay un problema que resolver y hacen cuenta de que no pasa nada. No estoy dispuesta a transar que nunca me acompañe a alguna salida con mi grupo de amigos, por lo menos una vez al mes. Si bien por lo general me gusta salir sola, incluso cuando estoy en pareja, me molesta cuando mi pololo o novio, le da flojera acompañarme y aparece con la clásica la excusa del :“me aburro”, pero tal como me decían mis papás cuando era chica “los tontos de aburren”.

Por supuesto que no cedo ante ningún hecho que quiebre  mi confianza. Las mujeres perdonamos pero no olvidamos, al menos yo no. Menos soportaría que a algún chico con el que estoy saliendo criticara mi trabajo o el oficio al que me dedico, ni mucho menos que me dijera cómo vestirme o cómo actuar.

Tampoco transo a esos tipos egocéntricos que piensan que están en lo correcto en todo y no son capaces de llegar a consensos. Son de esos que no dan su opinión en una situación compleja y solo te miran y esperan que hables.

En cuanto a relaciones pasajeras, no soporto a esos hombres que piensan que como te encamaste una vez, ya estás locamente enamorada. ¡Oigan! Nosotras también sabemos divertirnos.

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