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Crisis existencial pre-cumpleaños

A veces uno se para en medio de todo y piensa ¿Qué he hecho todo este tiempo?

Siempre he amado la víspera de mi cumpleaños. ¡Siempre! Pero este año las cosas son diferentes y no he podido disfrutar mi mes de celebraciones.

Creo que un poco por los acontecimientos negativos del año y otro poco por el tema de las metas. Cumpliré 27 años y mis expectativas para esta edad de alguna manera superaban los límites de la realidad y lo posible. Hoy digo esto porque veo que solo Anna Wintour puede ser periodista de Vogue a los 21 por un tema de oportunidades y dónde le tocó nacer.

Por otro lado miro a un costado y veo jóvenes de mi edad en la cúspide de sus carreras. Solo miren a Mark Zuckerberg tiene 27 y un imperio a sus pies, ¡el mundo le debe la creación de Facebook!

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Entonces comienza mi crisis existencial. ¿Qué es lo que he hecho yo en estos 27 años de vida? Son más de dos décadas y creo que no hago nada trascendental aún. Tengo amigos de mi edad que se lanzaron al periodismo independiente y supieran la cantidad de experiencia que han cultivado, escriben en los medios más importantes de Chile y otros no tan clásicos pero full exitosos.

Creo que ya es tiempo de cambiar el switch y comenzar con los grandes desafíos. La idea es pensar todo este mes qué es lo que quiero hacer el resto de mi vida, o por lo menos saber en realidad qué es lo que quiero hacer los próximos dos años. Necesito generar un plan de trabajo para ver como voy a salir adelante con mis deudas, especialmente la universitaria que no perdona. Sin duda necesito un ingreso mensual estable para cubrir las necesidades básicas y claro otro complementario para comenzar mis propios proyectos.

Siempre pienso en esas personas que toman un par de poleras y pantalones y se van a recorrer el mundo con muy poco dinero pero un corazón gigante que les permite tomar la decisión de emigrar en busca de su destino. Yo quiero eso, pero mi comodidad no me ha permitido hacerlo, pero siento que ya no puedo más soportar la monotonía y melancolía de ver mi juventud pasar sin tener una gran historia que contarles a mi descendencia o la de otros.

Jamás había disfrutado menos mi víspera de cumpleaños. Espero que para el próximo me sienta un poco más conforme.

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