El poder de los labios

Los labios  y los ojos son una de las partes fundamentales para generar atracción en la pareja. Por algo muchas minas nos gusta pintarnos la boca roja y hacerla parecer una exquisita frutilla que a muchos le den ganas de morderla.

Por otro lado, se dice que el beso es una de las señales fundamentales para saber si existe suficiente atracción o conexión entre dos personas, sobre todo porque este lugar  posee una infinidad de células receptoras y terminaciones nerviosas que hacen que a muchos se los erice la piel solo con un contacto. Basta un pequeño roce para que, al instante, se envíen miles de señales a nuestro cerebro. Además, ¿sabían que durante un beso el hombre deposita feromonas en la boca de la mujer, y esta invade la suya de estrógenos informando mutuamente de su capacidad reproductora? Así de importante es un beso.

Sin embargo, el beso es solo un parte de todo lo que podemos hacer y provocar con nuestros labios. Especialistas dicen que existen más de 10 mil expresiones faciales y que los labios juegan un papel fundamental en muchas de ellas: las dos más estudiadas son la risa y el beso, según un estudio publicado en el diario La Tercera.

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De hecho, la sonrisa es importantísima en la cara de una persona. Conozco a un chico que una vez me dijo que para él lejos lo más importante en la cara de una chica era su risa. Que solo con eso era capaz de encantarse y que no le bastaba solo con ver una cara bonita, porque si se echaba a perder el reír todo se iba a la basura. ¿Lo ves?

Para que vean lo importante que es sonreír, una investigación de la Universidad estadounidense Wayne State, científicos analizaron 200 fotos para determinar la frecuencia con que aparecían sonriendo. Los que lo hacían más a menudo habían vivido más que los que no sonreían.

Por otro lado, la Universidad DePaw comprobó que quienes en sus fotos de juventud sonríen poco, tienen más posibilidades de separarse. Esto, luego de revisar cientos de fotografías de anuarios escolares, donde estudiaron a más de 600 personas. Cada sonrisa fue evaluada codificando los movimientos de los músculos en torno a los ojos y la boca. El resultado: Mientras menos sonreías, mayor es la probabilidad de terminar divorciado.