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Manual evangélico recomienda castigar cruelmente a los niños

En el libro recomiendan utilizar una fusta, tuberías plásticas e incluso dejar armas cargadas para probar a los niños.

Son millones las familias que eligen educar a sus hijos en casa no los envían al colegio en algunos casos porque no tienen opciones o por elección propia. En el caso de los fanáticos evangélicos norteamericanos evitan que los pequeños aprendan la teoría de la evolución y de esta manera crean férreamente en los capítulos de la Biblia sobre la creación.

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Quizás para mucho de ustedes esto puede sonar extraño, incomprensible e increíble pero solo en EEUU hay más de dos millones de niños que no acuden a la escuela y son educados en casa. Hasta ahí es algo complejo debido a la falta de socialización de esos pequeños que crecen prácticamente sin conocer el mundo real y sin duda eso les podría provocar serios problemas para interactuar con la sociedad más adelante.

Pero esto no es lo peor de esta historia. En 1994 el pastor evangélico de Tennessee Michael Pearl escribió el libro “Cómo educar a tu hijo” donde explica detalladamente como realizar la tarea de educar a los niños en casa haciendo énfasis en castigarlos físicamente con el argumento de que Dios sabe lo que es bueno para ellos.

En este “manual” para padres que ha sido impreso más de 670.000 veces, aparecen guías tan crueles como las siguientes:

“Una experiencia particularmente dolorosa para la madre lactante es el bebé que muerde. Mi esposa no perdió tiempo para encontrar un remedio. Cuando el bebé la mordía, ella le tiraba del cabello (hay que buscar una alternativa para los bebés sin pelo)”.

“Puede ser que experimentes sentimientos que te impidan pegarle a tu hijo, pero eso no es amor. Dios, que creó a los niños, y sabe lo que más les conviene, ordena a los padres que usen la fusta”.

“Para el menor de un año, basta una vara de sauce, de 25-30 centímetros de largo y medio centímetro de diámetro, sin nudos que le puedan cortar la piel”.

Terrible pero cierto, en los últimos años son tres los niños que han muerto producto de golpizas terribles. El medio español elpais.com comenta que Hana (11 años), nacida en Etiopía pero adoptada por una pareja evangélica norteamericana, fue encontrada muerta en mayo de este año desnuda, desnutrida y congelada. Sus padres la habrían castigado constantemente por su rebeldía y la última golpiza propinada con una varilla de plástico de 0,6 centímetros de diámetro le habría causado la muerte.

Hoy en EEUU se levantó el cuestionamiento de los límites que deben existir a la hora de corregir a un menor. Claramente, estos son situaciones extremas. Pero en realidad la violencia a los niños ocurre en todo el mundo y las reprimendas físicas son aceptadas socialmente.

Yo también me pregunto ¿Cuál es el límite?

Vía: El País

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