Dormir de a dos es exquisito. Si bien es una utopía pensar que se puede dormir abrazados todo el rato, de todas formas es increíble sentir el calor del chico que te gusta o amas cerca. Por lo menos yo, amo la hora de la siesta. Es muy rico, sobre todo si no tienes la suerte de vivir con él.
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Jamás he vivido con una pareja, por lo que es muy valorable tener la opción de estar juntos en una rica tarde, mientras se ve una película y poco a poco comienza a bajar el relajo, mientras ambos se hacen cariño hasta llegar el sueño profundo.
En lo personal siento que se da una conexión especial y que tanto uno como la pareja se pone más cariñosa, incluso más cuando es invierno. Es que debajo de las sábanas pasan muchas cosas. Hay toqueteos, y es muy simple hacer travesuras mientras los demás que están en la casa andan rondando cerca. Siento que eso le agrega un poco más de erotismo al tema. ¿Te pasa?
Creo que ya les he dicho que uno de mis horarios favoritos para tener sexo es en la tardecita y qué mejor que después, entremedio o antes de una reconfortante siesta. Por otro lado, según expertos, dormir y despertar juntos genera deseos entre la pareja y cuando ves al otro, solo tienes ganas de tener un rico encuentro sexual.