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El concepto fue entretenidísimo, una feria de juegos que rememoraba los tiempos en que se conquistaba con globos de helio con forma de corazón. Un ambiente demasiado lúdico, con excelente música y banda en vivo incluida. Los más novedoso por lejos fue un altar de matrimonios express al más puro estilo Las Vegas y con el mismo Elvis entregando los anillos. Me casé y me divorcié la misma noche, una experiencia extraña pero divertida.
Les dejo las imágenes de lo que fue The Date.