En México, la devoción de los creyentes es tal que hasta los ladrones se persignan antes de entrar a una casa a robar. Por más contradictorio que pueda parecer, los mexicanos nunca se olvidan del santo de su devoción, no importa qué estén haciendo.
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Con la próxima visita del Papa Benedicto a tierras mexicanas algunas cosas cambiarán para preparar al país para la llegada del máximo representante de la Iglesia católica. Además de todos los arreglos y precauciones viales, seguridad y todas las celebraciones que se harán en su nombre, aparentemente las vías públicas no serán las únicas que pararan actividades.
Sexoservidores, tanto hombres como mujeres, de El Cedro; un conocido hotel de la ciudad de León en Guanajuato, cesarán actividades ya que el papamóvil pasará justo enfrente de donde están ubicados.
Estos practicantes del oficio más viejo del mundo normalmente comienzan sus actividades alrededor de las 5 de la tarde y continúan hasta altas horas de la noche, pero el día que el sumo pontifice visitará esa ciudad – el 23 de marzo – los servicios no estarán disponibles.
Ahora que México vive una de las épocas más violentas e inseguras, la visita del papa representa una esperanza para todo el pueblo creyente. Incluso para aquellos que practican actividades que no son aprobadas por el catolicismo.
Solo falta saber si las actividades cesarán por respeto a la visita papal o porque es más rentable alquilar las habitaciones con vista privilegiada para el recorrido del papa.