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Las dificultades de ser menor de edad

Siento que la espera se hace eterna, que jamás crezco, que los años se demoran siglos en pasar, pero a la vez, los días van demasiado rápido y no tengo tiempo para todo lo que deseo hacer. ¡Qué contradicción!

Como ya sabrán, @RanaCaloría es menor de edad, hablando así en tercera persona me parezco a Martín Vargas. Lamentablemente me faltan unos años para cumplir la mayoría de edad y salir de la escuela, poder independizarme y no tener que preocuparme por lo que digan mis padres.

Siento que la espera se hace eterna, que jamás crezco, que los años se demoran siglos en pasar, pero a la vez,  los días van demasiado rápido y no tengo tiempo para todo lo que deseo hacer. ¡Qué contradicción!

Suelo pensar en qué haré después de salir de la escuela. Una de ellas es, agarrar mis cosas y arrancar para hacer mi vida fuera de la casa de mi madre, “cada uno cosecha lo que siembra”.

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Tengo muchas limitaciones, según yo, como aspiro a más cosas que las chicas de mi edad, me arruino más la vida al no poder cumplirlas por no ser mayor e independiente  o por no tener la “capacidad suficiente” (según muchos).

No digo que poco menos me tienen amarrada a mi habitación, todo lo contrario, salgo bastante. Aún así me enfurece tanto la desconfianza de mi mamá, o que sea como “monja” para sus cosas, incluso anoche le ofrecí internarla en las “Monjas de Claustro”, ella rió y me retó. Siempre los mismos enojos, los piercings, los tatuajes, los amigos, blablabá. Yo tengo una opinión de eso:  Tenemos solamente esta vida, y no me ocuparé de amargar mis días con personas que se preocupan de ello, quiero que simplemente confíen en mí, porque yo he hecho lo posible para que lo hagan y así vivir la vida profunda y plenamente.

Tengo ganas de ir de viaje con amigos, al campo, a la playa, da igual el rumbo, salir a conocer y deleitarme con las maravillas de la naturaleza, y recordar en mi adultez, las locura de mi adolescencia.

Cuanto odio el “todo a su tiempo”, “yo a tu edad…”, “en mis tiempos… “. Pero bueno me tocó vivir cosas antes que muchas compañeras de la escuela, y eso no es culpa mía, ni de mis padres, ni de nadie. Si no que el destino quiso que fuera así.

En fin, ¡VAMOS QUE SE PUEDE! Falta poco para la “libertad” de poder pensar y hacer lo que YO realmente quiero, y no frenarme por el miedo del enfado de mi progenitor.

Y ustedes… ¿Qué problemas tienen o tenían en su adolescencia?

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