No estoy casada, ni lo he estado nunca, pero conviví algunos años y sin duda no es nada de fácil. Obviamente, con amor las cosas se pueden mantener en armonía, pero a veces las cosas se agravan y no basta con un cariño o abrazo para solucionar las cosas.
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Por eso, si están pasando por una crisis matrimonial, les cuento que salió un nuevo libro llamado “Marriage Rules: A Manual For The Married And Coupled Up” (100 reglas que se pueden renovar su matrimonio) escrito por el sicólogo Dr Harriet Lerner.
Según el especialista “sólo se necesita uno de ustedes para hacer un cambio positivo en la relación. La manera más rápida de terminar un matrimonio es esperar que la otra persona para cambiar”.
En el libro se detallan algunas técnicas y consejos bien simples para mantener el matrimonio en el clímax. Uno de ellos es tener invitados en la casa, ya que de esa manera la pareja deseará estar tranquila para que otras personas no se enteren de sus problemas maritales.
El Dr. Lerner conversó con una pareja que le contó cómo les había servido este consejo. Al parecer estaban a punto de divorciarse, pero justo antes que eso ocurriera un amigo de la pareja se fue a vivir con ellos por unos meses y las cosas cambiaron. El amigo se quedó en la habitación contigua a la suya y el matrimonio comenzó a ser más cortés entre ellos lo que produjo un cambio de actitud que ayudó sobremanera a superar sus problemas.
Desde entonces, el Dr. Lerner ha sugerido a las parejas en conflicto que pretendan tener un invitado. El punto de esto es que la mayoría de las parejas tienen más control sobre sí mismos de lo que piensan, y sólo se necesita mantener al “invitado” en la mente para cambiar su relación.
Otro consejo, creo que uno de los más importantes, es dejar de realizar constantes críticas a su pareja. Como en la época de noviazgo se mantenían llenos elogios y entregándose seguridad sobre sus capacidades lo que ayuda a ambos a mantenerse tranquilos porque saben que están haciendo las cosas bien y porque su pareja está contenta con ellos. Obviamente, no es la idea mentir, pero quizás podríamos ahorrarnos varias críticas tontas que lanzamos durante el día. Lo ideal sería que se limite a una sola crítica por día.
Sin duda este consejo les será de mucha utilidad a mis congéneres, porque es la pura verdad. ¡Chicas nuestra voz en los momentos complicados suele ponerse demasiado aguda y cometemos el error de tirar toda la caballería encima del otro, sacar todos los trapitos al sol de una y esto hace que los hombres se estresen! Ellos no soportan enfrascarse en discusiones largas y complejas. El consejo es: Baje el volumen, disminuya su discurso y que su punto sea expresado en tres frases o menos.
Haz que tu pareja se sienta amada, con pequeños gestos como desayuno en la cama o chocolates la disposición puede cambiar. Cuando ambas partes están de buen humor, es más fácil decir lo que quieras. Cuando las cosas son muy intensas, es importante calmarse primero.
Fuente: “How Poirot can save your marriage” (vía Dailymail.co.uk)