¿Cuánto calzas? ¿Cuánto mides? ¿Con cuántos te has acostado?

Ayer vi What’s Your Number (2011), una película que tenía hace un rato en fila dentro de mis tardes de chick flicks. Protagonizada por Anna Farris (Scary Movie) y Chris Evans (Capitán América), trata sobre las dificultades de encontrar a tu media naranja, después de haber estado con tantas manzanas podridas y la teoría aterradora de que, si has tenido más de cierta cantidad de parejas sexuales, tus chances de enamorarte y ser feliz son casi nulas. Para no superar un cierto número y quedar en la triste estadística de mujeres solteras, Ally (Farris) empieza a buscar a sus ex a ver si alguno merece una segunda oportunidad y convertirse en el hombre de su vida, con la ayuda de su vecino hot, Collin (Evans).

La película es simpática, los chistes son buenos aunque la mayoría burdos, la mamá de Anna en la peli, interpretada por Blythe Danner me da pica porque hacen que te caiga mal una actriz tan seca y admirable como ella, Chris Evans es lo máximo, el Dios de los pectorales, de la mirada seductora, de la buena onda y de las maripositas en la guata por sus gestos de conquista. Queda en mi top ten de parejas romanticonas taquilleras.

Pero el tema de fondo da para pensar. Me acuerdo alguna vez haber sentido yo también que mi forma de ser me daba para ser la polola, no la mujer para pasar el resto de la vida. Soy bastante hombre para algunas cosas, tengo 4 hermanos y siento que solidarizo bastante con el género masculino. Me cargan las pataletas, me carga sentirme “mina” cuando mina significa pelear por nada, hacer dramas, ser bruja. Pero después de varias desilusiones amorosas y de escuchar a mis amigos quejándose de sus dramas con pololas brujildas, llegué a la triste conclusión de que las brujas estaban casadas o en relaciones con futuro y yo estaba sola. La polola buena onda no era para quedarse, era para pasar un rato y después pasar a otra.

Recomendados

‘Lola Vendetta’ expone, a través de sus ilustraciones, ¿qué pasa después de una relación tóxica?

En qué consisten los dos tratamientos innovadores que potencian la sexualidad en la menopausia

10 nombres rusos para niños: todos tienen mucho carácter y poderosos significados

¿Qué tenían estas brujildas que no tenía yo? ¿Porque ser buena onda y polola amiga me perjudicaba? La verdad es que nunca pude resolverlo ni tampoco comprender cómo una relación, que se basa en ojos que no ven, corazón que no siente (como por ejemplo, salir a carretear con amigos a escondidas de la polola), era exitosa. Porque realmente lo eran. A pesar de todas esas mentirillas piadosas, el amor existía y las ganas de compartir la vida eran un plan mutuo. Aun cuando esa vida compartida tenía rincones secretos.

En cambio yo, que intentaba llevar a mi pololo a todas, que fuera amigo de mis amigos, no esconderle nada de mi vida, por la certidumbre de que nada de eso era reprochable, yo seguía sola sin rumbo.

Pero bueno, la verdad es que esto se escapa del tema principal. El tema era que conocía a muchas personas en relaciones exitosas, algunos en el primer pololeo de sus vidas, otros que llevaban un par más, pero en general, todos con pocas o nulas relaciones previas a la actual. Y yo con un prontuario cuantioso y sin futuro determinado. ¿Había algún patrón en todo esto? ¿Es que acaso era algo malo ser buena para pololear? Más encima, a principios de esta semana, leí una en un sitio que comentaba esto de compartir el número con tu pareja.

En la película daban a entender que un hombre dejaba de mirarte como futura esposa si se enteraba de que habías tenido muchas experiencias sexuales en tu vida. Claro, porque a sus ojos te conviertes en una mujer usada y suelta. Horrible. No me gustaría estar con un hombre que en el siglo XXI piense así. Absolutamente retrógrado.

Yo creo que a “The One” no le importan ese tipo de tonteras. Que tu pasado ha hecho de ti la mujer de hoy y que justamente eso es lo que lo conquistó en un principio. Incluso, a “The One” le gusta que su mujer sepa desenvolverse y no tenga tapujos ni temas tabú (en la cama y fuera de ella), que no se arrepienta del camino recorrido, que no esconda su pasado ni que tenga dramas con eso. The One te amará con toda la mochila y todo el prontuario completito.

Les dejo el tráiler de la película por si se tientan