Janet y Jane Cunliffe parecen gemelas, llevan el pelo largo y rubio, son delgadas e incluso se visten igual, salvo por un pequeño gran detalle, son madre e hija.
Si la genética fuera la responsable de mantener en un”envidiable” y permanente estado de juventud a esta madre de más de 50 años, probablemente nos sentiríamos maravillados. Ahora bien, si se tratase de una admirable intervención artística de la mano de un cirujano plástico para disimular el paso de los años, respetable.
Pero ¿Por qué ese deseo de parecerse a su hija?
Recomendados
Consecuencias de un beso no consentido: los años de prisión que piden para Luis Rubiales por caso Jenni...
Amaranta Hank denuncia que por ser actriz de contenido adulto absolvieron a Alberto Salcedo
“Ahí está pintada Colombia”: indignación por condena a la influencer Aida Victoria Merlano
Cuando en 2008 Jane cumplía unos ya maduros, pero aún jóvenes 29 años, su madre Jannet pasaba por una intensa ruptura sentimental, donde se vio en la necesidad de hacerse un cambio. “Me sentía muy mal, mi autoestima estaba baja. Pensé: ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor?”, señaló.
En una primera instancia, Jannet aumentó su busto. “Al igual que cualquier mujer que haya tenido hijos, la gravedad había empezado a hacerse sentir en mis spechos,” explicó.
Pero a pesar de la nueva “delantera”, Janet sintió que aún debía hacerse más cambios: “Me miré en el espejo y pensé: Te ves muy cansada, hay que hacer algo aquí. Por lo que miré a mi hija y dije: ella es guapa, se ve bien, me encanta su look y como es parte de mí ¿Por qué no parecerme a ella?” Y así comenzó el intenso y particular proceso de rejuvenecimiento.
Jane apoyó en todo momento a su madre, sólo y de vez en cuando sintió temor por el dolor que podría sentir ante tantas intervenciones, las mismas que para sacarse 20 años de encima y parecerse a su hija, costaron más de 14 mil dólares.
Actualmente, este par de “gotas de agua” salen juntas todo el tiempo; a comprar, a comer o a bailar. “Compramos la misma ropa y la misma composición en conjunto”, explicó orgullosa Janett, una forzada postulante al género Milf.
¿Qué tal?