La revista internacional Foreign Policy, realizó unos mapas que sitúan a los peores lugares para ser mujer en el mundo de acuerdo a varios factores:
Desigualdad en la educación, desigualdad en las leyes y el poder familiar, la participación de las mujeres en el poder, Matrimonio para niñas y mujeres de edad: cómo está en las leyes y cómo se practica, la mortalidad a la hora del parto, la seguridad física de las mujeres, poligamia, preferencia por los hijos varones, y tráfico de mujeres.
En cuestión de educación, México tiene un buen resultado en este análisis, ya que hay una diferencia de género entre el alumnado de menos del 5%. Las leyes tampoco son tan abiertamente favorecedoras a los hombres, si hay señales de inequidad pero no son tan abruptas como en otros países. Menos del 5% de las mujeres viven en poligamia.
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La participación en la política tampoco quedó tan corta, con un casi 30% de los diputados, senadores y otras figuras importantes en la vida de la nación. La preferencia por los hijos varones es notoria y común, pero no anormal. Estas son áreas a mejorar, que sin duda están balanceando un poco más la situación.
Ahora concentrémonos en aquello donde no nos fue tan bien. En los matrimonios de niñas y mujeres menores de edad. En México, el matrimonio de chicas menores de edad es permitido con el consentimiento de los padres y entre un 5 y 10 % de las mujeres se casan a los 16 años o menos.
Al año hay entre 30 y 100 muertes en el parto por cada 100,000 partos al año. Las mujeres tienen muy poca seguridad física. Estamos un poco arriba de países como Arabia Saudita o Egipto donde las mujeres no tienen seguridad física.
Y el punto más alarmante. El tráfico de personas es limitadamente ilegal y es muy practicado.