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Luisa Díaz: rebasando fronteras

Bailarina de fama internacional.

Luisa es la primera bailarina mexicana en ingresar a la escuela de la Ópera de París. Ha bailado en los escenarios más importantes y grandes coreógrafos como Maurice Béjart aplauden su trabajo. Ahora, a punto de cumplir 30 años, da un paso más en su carrera para unirse al Ballet del Estado de Baviera.

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Ha bailado con las figuras de la danza europea. Ha dejado su talento en algunos de los escenarios más importantes, como la Scala de Milán. Algunos de los coreógrafos que se han inscrito con letras de oro en la historia de la danza como Maurice Béjart, han aplaudido su trabajo y por 12 años formó parte de su ballet.

Ahora, a punto de cumplir 30 años el próximo 10 de abril, ha dado un paso más en su fructífera carrera: se unió a las filas del Ballet del Estado de Baviera, en donde gracias a su talento le han encargado los roles principales de obras de coreógrafos legendarios como Léonide Massine, Merce Cunningham y Jiri Kylian.

Luisa, se encuentra en estos momentos preparando el estreno del ballet Zugvogel, (Aves Migratorias), ballet que conjuga técnica clásica con un estilo neoclásico y modernos. Con esto, Luisa cumple su sueño de bailar las coreografías de Kylian.

Ballet Filosófico
Hace poco, en septiembre de 2012 falleció la hermana de Luisa, la también bailarina Ana Lilia Díaz. Y ella ha tomado la danza con filosofía, como su consuelo y la forma de sentirse cercana a su hermana, con quien vivía para y por la danza.

“Anita era única, la persona más hermosa del mundo con un corazón enorme y una guerrera en esta vida. Debo seguir adelante aunque sea esto muy doloroso, siempre llevaré una pena en el alma. Y sé que desde que Anita se fue, jamás podré alcanzar la felicidad absoluta con la que tanto soñé y que acaricié por unos días antes de que Dios se la llevara.”, cuenta la bailarina.

Esta mexicana no sólo hizo carrera en la danza. También estudió filosofía, lo cual le ha sido muy útil en su disciplina artística. Por ejemplo, uno de sus grandes maestros, Maurice Bejart fue hijo del filósofo Berger y aplicaba en su vida y coreografías estas bases.

“Yo, Luisa Díaz, tendré el valor de seguir bailando y filosofando como lo hizo mi hermana Ana Lilia, hasta el último día de mi vida, soy una golondrina de alas fuertes.”

Ser bailarín o bailarina, o cualquier otro tipo de artista buscando expandir sus fronteras es convertirse un poco en ave migratoria. Amar lo que se hace y seguirlo de forma incansable. Eso es lo que hoy en día realiza Luisa Díaz. Esperamos seguir escuchando sobre esta bailarina mexicana.

FUENTE: El universal.

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