¡Se van los emblemáticos vestidos de Diana!

Hay ciertas piezas de ropa que son significativas en la vida de una mujer. Si fuera a elegir hablar de una mujer mexicana, en definitivo estarían ahí el vestido de quinceañera y el de su boda. Pero cuando se encuentra ante el ojo de la prensa todos los trajes podrían se legendarios.

Así lo fueron varios de los trajes de la Princesa Diana, quien por ejemplo usaría un traje del diseñador Victor Edelstein en terciopelo azul marino para visitar la casa blanca e incluso, para bailar con John Travolta. Este vestido forma parte de una colección de 10 vestidos de la Princesa que serán rematados por la casa Kerry Taylor Auctions, quienes esperan facturar 800 mil libras con esta venta o 1.2 millones de dólares.

Todos los vestidos para la subasta tienen un característico aire ochentero, con el terciopelo, las hombreras, mangas bombachas, lentejuelas y cuentas. Testigo de la vida tan dicotómica de la princesa, por un lado una muy glamorosa, por otro lado una donde tuvo que esconder muchos de sus sufrimientos.

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En el inventario a vender, se encuentra un traje manga larga de Catherine Walker con lentejuelas verdes que usó para ir a un teatro en Viena, uno de terciopelo vino tinto con un escote en la espalda, de la misma diseñadora, que combinó con una tiara de Spencer en una visita a Canberra, Australia; y uno bordado de terciopelo negro, también de Walker, con el que posó en 1997 para Mario Testino en una sesión de fotos para la revista Vanity Fair. De todos, el vestido más codiciado es el Eldestein, que se espera sea vendido en 300 mil libras.

Los precios de los otros vestidos varían entre 30 mil y 120 mil libras. En 1997, a sugerencia de su hijo el príncipe Guillermo, Diana vendió sus vestidos en una subasta caritativa en Nueva York. Una dama de sociedad, Maureen Dunkel compró 11 de los trajes. Este hecho, casi la lleva a la quiebra, ya que intentó exhibirlos por el mundo y en 2010 se declaró en bancarrota. Intentó venderlos en 2011 en Canadá, pero los precios eran muy elevados y no se vendieron. La casa ahora encargada de la subasta, asegura que esta vez, los precios serán “realistas”.

Igualmente, creo que de todas maneras no compraría uno de estos vestidos, suponiendo claro, que tuviera el dinero. No me llama tanto la atención eso de comprar un vestido porque tal o cual persona lo usó. De cualquier manera, parece ser que el furor por la princesa de Gales no está extinto aún. Si me preguntan, sería una decisión inteligente esperar a que salga su película y la subasta sea mucho más exitosa. ¿No creen?

FUENTE:El Universal