Mi primer viaje de trabajo

“Te vas a ir tú a Los Ángeles, California harás las entrevistas al director y los actores de la película Rock of Ages, tu vuelo sale en 3 días” Estas fueron las palabras de mi jefa justo unos días antes de que saliera por primera vez de viaje de trabajo.

Por dentro dije ¿yo? ¿sola? ¿con toda la responsabilidad de hacer un reporte para mi empresa? fue hasta unas horas después que reaccioné que haber sido asignada para cubrir un evento como este era porque seguramente mi jefa había visto en mi alguna característica especial o potencial que la hicieron confiar en mi.

Justo 24 horas antes de que saliera mi vuelo estaba preparando mi maleta, no sabía qué meter, la ropa interior era básica, pijama, cepillo de dientes, pero ¿debería meter traje de baño? ¿llevar pantalones y un saquito formal o con jeans y t-shirts sería suficiente? La verdad es que si yo fuera una alta ejecutiva obviamente tendría que incluir tacones, medias y hasta coquetas pañoletas porque soy la imagen de la empresa a nivel internacional, pero la verdad es que yo simplemente era una reportera de una revista súper cool para adolescentes, así que decidí llevar ropa que fuera acorde con el tipo de empresa en la que trabajaba. Y es que esta es la verdad, a la hora de decidir qué ropa llevar sólo imagina cómo vendrían vestidas algunas chicas del extranjero que llegaran de visita a tu oficina, las cosas son más simples de lo que parecen.

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Hablar inglés para mí no es problema y el hecho de viajar tampoco es algo nuevo para mí, sólo que el propósito de este viaje era completamente diferente. Por fin me di cuenta que hablar uno que otro idioma extra te da la ventaja competitiva de ser el primer seleccionado para hacer un viaje a un lugar donde no se habla español.

Al llegar a Los Ángeles, nadie me esperaba, así que sin conocer la más mínima parte de la ciudad tomé un taxi y llegué a mi hotel, la reservación estaba hecha. Ahora recuerdo que justo antes de salir de casa, imprimir mi confirmación de reserva fue lo último que hice. A continuación tuve tiempo libre….las actividades de la empresa comenzaban hasta el siguiente día. Justo en ese momento lamenté no haber llevado mi traje de baño. Moraleja 1: lleva traje de baño por si tienes tiempo libre.

Por la noche me dieron ganas de salir a conocer la ciudad, ir a un antro pero ¡oh-oh! tampoco llevaba ropa para ir a estos lugares. Así que simplemente decidí quedarme en el hotel contestar un par de mails y dormir.

El siguiente día sí fue un poco rudo, me desperté a las 7 de la mañana porque mis entrevistas comenzaban a las 9, bajé, desayuné y ya estuve lista, en este mismo lugar fueron las entrevistas, no tardé más de cinco horas y ¡listo! estuve libre. De inmediato llegué a mi cuarto mandé mi reporte correspondiente de los sucedido y listo, se acabó el trabajo oficial.

Durante las entrevistas conocí a varios reporteros que hoy son mis amigos, y juntos hicimos planes para esa noche. La pasé increíble, por un momento  me sentí un poco culpable, pero ni sé por qué, la verdad yo imaginaba que si me mandaban de viaje tenía que estar mínimo 16 horas del día trabajando, pero la realidad es que en estos casos lo que importa es la calidad del tiempo y no la cantidad.

Con esto simplemente aprendí varias cosas:

1.- Debes llevar traje de baño (por si hay una pequeña oportunidad de tener tiempo libre) no te sientas culpable si tienes un tiempesín para ti.

2.- Por el avión y los alimentos, no te preocupes, estos son gastos que debe cubrir la empresa con los denominados viáticos, eso sí, pide tickets y comprobantes de pago en todas partes porque probablemente tu jefe te pida que compruebes tus gastos.

3.- Lleva un par de ropita extra divertida por si surge alguna salidita por la noche.

4.- También no olvides llevar un dinerito extra por si algo se te atraviesa en el camino. Ejemplo, ropita, algo para tu casa, ya sabes ese tipo de cosas que a toda chica se le antoja en un viaje.

5.- Y por cierto, no olvides verificar los días y el horario laborable en otros países. En los países árabes por ejemplo, no trabajan los viernes pero sí los domingos.

Después de un viaje como este, regresé más fresca que una lechuga a la oficina y ahora ya espero con ansias el siguiente viaje.

¿Cómo fue tu primer viaje de trabajo?