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¿Sufres del síndrome de Wendy?

Muchas veces hemos escuchado acerca del síndrome de Peter Pan, referido a aquellas personas que no quieren o temen crecer, pero ¿Sabías que existe una trastorno inspirado en otro de los personajes del cuento de James Matthew Barrie?

Muchas veces hemos escuchado acerca del síndrome de Peter Pan, referido a aquellas personas que no quieren o temen crecer, pero ¿Sabías que existe una trastorno inspirado en otro de los personajes del cuento de James Matthew Barrie?

Se trata del Síndrome de Wendy, denominado así por el psicólogo norteamericano Dan Killey, autor del best seller ‘El dilema de Wendy’ y aunque no ha sido reconocida como patología dentro de los trastornos mentales ni tampoco figura en la nosografía psicoanalítica, es aceptado a nivel de psicología popular como la tendencia que tienen principalmente las mujeres de proteger a los hombres de su vida como si fueran madres.

“Usualmente, quienes realizan una consulta psicológica expresan angustia existencial, vínculos de pareja insatisfactorios y también preocupación porque sus hijos no están encaminados en la vida. Las quejas por la falta de responsabilidad y compromiso vinculados al crecer y hacerse adultos de los hijos nos pueden poner un poco sobre la pista del diagnóstico”, afirma para el sitio argentino Perfil, Ricardo Rubinstein, médico psicoanalista, psiquiatra y miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina.

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Este trastorno estaría relacionado con la idea aún prendada en el inconsciente femenino sobre la responsabilidad de cuidar y proteger a su familia y hacerse cargo del hogar. Sin embargo, la mujer  actual, aparte de poder dirigir un hogar, ha generado nuevos espacios en la sociedad y el mundo laboral y sus méritos son otros.

Perfil del síndrome

– En la pareja ocupan el rol materno y con los hijos son sobreprotectoras y asfixiantes.

– Conciben el amor como un sacrificio.

– Evitan a toda costa que los demás se enojen, ofendan o sobrecarguen.

– Intentan continuamente hacer feliz y complacer a los demás.

– Insisten en hacer las tareas y asumir las responsabilidades de la otra persona, aunque estén cansadas o viven pidiendo disculpas por lo que no hicieron o no pudieron.

– Se deprimen por falta de atención y dependen de la aceptación social.

– La abnegación es una de sus virtudes.

¿Por qué “Wendy”?

Los personajes del cuento de J.M. Barrie, adaptados por Walt Disney, son arquetipos de esta patología, ya que por un lado Peter Pan es el niño que no quiere crecer y convive con otros niños en el país del Nunca jamás,  invitando a Wendy para que sea la madre de su pandilla de niños perdidos. Sin embargo, ella vuelve a su hogar, para crecer y convertirse en adulto.

“Por lo general, son sobreprotectoras, necesitan salvar permanentemente al otro, buscan generar vínculos de dependencia. En forma no consciente, ponen el foco en hombres infantiles para caer inevitablemente en un rol de madre salvadora que todo lo puede”, explica Ofelia Salguero, integrante del equipo profesional del Instituto de Psicología Argentino (INEPA).

Por lo generasl, sus compañeros de vida sufren el síndrome de Peter Pan. “Básicamente, se caracterizan por ser inseguros, no poder renunciar a ser hijos para empezar a ser padres y estar centrados en recibir, pedir y criticar. Presentan un desfasaje patológico entre su edad cronológica y la de su madurez afectiva”, conductatambién analizado por el doctor Killey.

“Las Wendys son las mamás que todo lo bancan, entienden, miman y protegen a los hombres que no quieren crecer”, sostiene el psicoanalista Ricardo Rubinstein.

Según lo que relata Dan Killey en su libro ser madres de sus esposos no es algo que precisamente les agrade, pero temen que su matrimonio se termine si ellas cambian algo o hacen un esbozo de queja. “Hacés lo que los otros esperan de vos y sos siempre una divina. Todos te lo dicen y vos te mostrás feliz. Pero tu angustia, tu llanto expresa algo diferente. Para mí sos una Wendy”, le decía Isabel a su amiga Melina, por sentirse identificada con ella.

Cómo salir adelante

Según los especialistas, el síndrome de Wendy es un trastono tratable, pero su recuperación parte desde el momento que la persona comprende que está enferma y, así, decide replantear su vida y realizar una autocrítica.

El tratamiento debe contar con una iniciativa individual, pero también familiar para trabajar en la autoestima del persona afectada, principalmente, a que aprenda a decir que NO sin temor a perder algo.

Una Wendy debe dejar de postergarse y aprender a poner límites, tanto así mismas como a su círculo personal. Buscar su lugar y empezar a descubrir sus necesidades y gustos propios. Darse tiempo y defender sus espacios y por supuesto: “aprender a confiar en la capacidad de los otros, se puede tener una vida autónoma, sin depender de los demás y sin que los demás dependan de una”, recomienda Salgueiro.

Fuente: Mia.perfil.com

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