Después de que ayer en Estados Unidos fuera declarada como inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio o DOMA (por sus siglas en inglés), es decir, la ley que prohíbe al gobierno federal reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo; llega a México la noticia de que en Coahuila se realizó por primera vez el registro de una niña de madres lesbianas.
Natalia Cobas Badillo es hija oficialmente desde ayer de Ale y Crystal, pareja de más de 5 años quienes se casaron el año pasado en la Ciudad de México y nació el 29 de diciembre de 2012 tras un proceso de inseminación artificial.
A inicio de este año, sus mamás buscaron la manera de registrar a Natalia, dado que es obligación del Estado garantizarle el reconocimiento de su familia y derecho a la identidad, de acuerdo con el Artículo 7 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño –y las Niñas-; que señala, deberá contar con un registro de nacimiento, derecho a un nombre, nacionalidad y a conocer y contar con el cuidado de sus mamás (en este caso).
Recomendados
¿Cómo explotar tu sensualidad si eres mamá o estás metida en el arquetipo de la madre?
¿Por qué la Generación Z es menos feliz al resto? Nuevo estudio muestra una preocupante situación
Un evento solidario que promueve la vida saludable y apoya la lucha contra las adicciones
En marzo, el Gobierno del estado de Coahuila aceptó crear un nuevo formato mediante el cuál se reconoce una familia de dos mamás, comprometiéndose a fortalecer una cultura por la Igualdad y la No Discriminación; acatando y estableciendo la obligación de todas las autoridades de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de todas las personas, sin distinción.
En México, estos sucesos siguen siendo motivo de debate; de aprobación o rechazo. De lo que estamos seguros es que todos los seres humanos tenemos derecho a elegir y ejercer nuestras preferencias sobre cualquier cosa (no dañando a los demás) ante las autoridades y las sexuales ¿Por qué habrían de ser omitidas?
Debemos aprender a respetar todos los puntos de vista, desde los que están de acuerdo, hasta los que no. OJO, cada quien tiene su justificación, creencia y elección. Siempre y cuando no afectemos ni ataquemos u obstaculicemos -en este caso legalmente- los derechos de los demás, el respeto a las preferencias de cualquier tipo, es y siempre será la base de una sana convivencia entre las personas.
Foto: Magda Wolna
Fuente: Lolkin.com