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¿Te casarías de rojo?

Una de las diseñadoras nupciales más importantes del mundo tiene una gama de vestidos de novia de colores poco convencionales.

Por Ana Díaz
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Le ha dado una bocanada de aire fresco al mercado nupcial, que hace unos años era bastante aburrido y muy estándar, claro, si no contamos el mítico vestido de los Emmanuel’s con que se casó Diana. Y aunque era algo que le hacía mucha falta a este mercado, la colección de Primavera 2013 tiene un nuevo giro particular: varios vestidos de novia en color rojo.

Ahora, yo no soy la persona más tradicionalista del mundo, de hecho diría que la menos. De cualquier forma, los vestidos rojos llaman mucho mi atención. Son espectaculares, increíbles, le dejan a cualquiera la boca abierta, sin duda. Pero no me parecen vestidos de novia. Y lo digo como persona no tradicionalista que aprecia los toques diferentes en las bodas y lo que van a usar los novios.

Los vestidos son bellísimos, con el inigualable sello de Vera, muy elegantes, refinados e impactantes. Pero no sé si cuando los veo pienso en una novia y no en Alfombra Roja. Aunque dicen por ahí, que absolutamente nada en el mundo de la moda se mueve sin estar de antemano (muy antemano, con dos años de anticipo), planeado.

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Por lo que es probable que si Vera saca una colección de novias a color, es porque seguro alguna celebridad piensa usar alguno de sus vestidos en esta tonalidad. Y según esto, una vez que alguien famoso se anime, todos seguirán.

Como les digo, no es que yo sea muy tradicional, sencillamente no puedo evitar pensar en un vestido de novia como uno blanco. Además de que, usar un vestido rojo trae algunos problemas:

Por etiqueta y tradición, ninguna otra invitada puede vestir de blanco en ese día. ¿Vas a poner en la invitación que nadie más puede ir de rojo u otro color?

¿Cómo cambiaría la etiqueta de la boda? Puede que haya quien le pida a los invitados que ellos sean los que vayan de blanco. La cual sería una idea muy interesante, si vamos al tema de la boda…

Quizás el fotógrafo tenga que hacer un trabajo más grande de contextualización más fuerte en sus fotografías, para que el aire de boda no se pierda. Quizás, pero, ¿Quién no quiere retratar una boda no convencional que rompe con todo cliché?

Ahora que le di un poco más de vueltas, me doy cuenta que casarse de rojo sería sumamente interesante. Quizás hasta lo considere…, pero ya saben, es porque me fascina ser el centro de atención. ¿Y ustedes? ¿Se casarían de rojo?

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