Actualidad

Violencia contra la mujer convertida en circo

“Cuatro de cada 10 asesinatos de mujeres son perpetrados por sus parejas”, según la OMS. ¿Cómo podemos hacer un aporte a la sociedad y ayudar a las víctimas en vez de exponerlas?

Sabemos que la TV es un circo, que las personas van y vienen exhibiéndose como mercancía esperando un mejor postor. Y claro desde el punto de vista farandulero, puede incluso superar la vergüenza ajena y ser divertido.

El problema viene cuando las personas que aparecen exhibidas no son estos pavos reales disfrazados sino víctimas. Anoche comenzó en Chile la nueva temporada del programa de Canal 13, ‘En su Propia Trampa’ conducido por Emilio Sutherland. Cada temporada ha sido polémica, la opinión pública le pide que desenmascare mejor a los políticos corruptos y no al tipo chanta que vende plumillas de parabrisas y embauca a la gente con 10 mil pesos en la esquina de 10 de Julio. Sin embargo, sabemos que estos estafadores también hacen un mal a la sociedad y bueno será la labor de otros investigadores develar los actos indebidos de los políticos o empresarios, como por ejemplo el trabajo que hace CIPER.

Pero anoche creo que el tema se pasó de la jurisdicción de Sutherland. Ayer se trató la violencia contra la mujer, la misma que según el último estudio de la OMS ya tiene carácter de epidemia mundial debido a la cantidad de mujeres que experimentan vejámenes a diario de parte de sus parejas y algunas incluso en sus trabajos y entorno social. De acuerdo a este estudio “cuatro de cada 10 asesinatos de mujeres son perpetrados por sus parejas”, o sea claramente estamos frente a un problema global que debe ser tratado con atención y respeto.

Recomendados

Sin embargo, aunque suene exagerado para algunos, creo que el capítulo de ‘En su propia trampa’ no lo trató con alturas de mira, con una visión colaborativa si no más bien me pareció que solo le puso una concha y plumas a las víctimas convirtiéndolas en vedettes del circo de la TV.

Una mujer que vive violencia al nivel que fuimos espectadores se encuentra vulnerable y necesita una red de contención, no ser expuesta frente a miles de televidentes. Y mucho peor es enfrentarla con el agresor tan violento, que luego de la transmisión, cuando las cámaras y las luces se hayan apagado podría volver a la carga. Y es que aunque tenga una medida de alejamiento -de aproximadamente una cuadra- sabemos que eso no sirve de nada. Decenas de mujeres mueren cada año de manos de hombres que en muchos casos fueron ex parejas y que teniendo prohibido acercarse de igual forma han pasado por alto la ley. Sabemos muy bien cómo han terminado esas historias, lo vemos a diarios en los noticieros.

Cuando aún era una estudiante universitaria, me ofrecieron trabajar en un programa de TV de juezas. No tenía trabajo y necesitaba sobremanera el dinero. Me recomendaron ir a buscar casos a los consultorios y las municipalidades ubicadas en las poblaciones de escasos recursos. No fue difícil encontrar historias terribles, impactantes, vendibles para el show, pero mientras más escuchaba las experiencias de mujeres a las que sus esposos violaban frente a sus hijos, a las que golpeaban con palos por no conseguir comida para cocinar, jóvenes que eran explotadas sexualmente por sus propios progenitores y tantas cosas más, no podía sacarlas de sus casas para llevarlas a un set de TV. Ellas necesitaban otro tipo de ayuda. Podría haber ganado miles de pesos llevando a esas mujeres a hablar frente a la cámara. Pero no fui capaz. Preferí perder el dinero y explicarles que debían hacer una denuncia, decirles que podían salir del infierno en el que vivían acercándose a algunas organizaciones y rehacer su vida desde cero, sin exposiciones. Con dignidad.

No sé si lo mejor sería realizar una denuncia al Consejo Nacional de Televisión, creo que mejor es entregar este espacio de conversación y ver cómo podemos cambiar en algo nuestra sociedad aunque sea desde este pequeño espacio alternativo.

Foto: Camapaña VICTIM OF BEAUTY.

Tags

Lo Último


Te recomendamos