Alguna vez ya habíamos escrito en cómo los smartphones habían llegado para ser los terceros en discordia dentro de las relaciones y por qué es necesario desconectar para conectar con los demás.
Hoy ese fenómeno ya tiene nombre: “Phubbing” y es un término que se refiere al acto de prestar más atención al Whatsapp, al Twitter, Facebook, Candy Crush y demás aplicaciones en lugar de interactuar con las personas a nuestro alrededor.
Podrán decirme muchas de ustedes que ya es normal, que es parte del cambio natural de nuestros días en las formas de comunicación, pero no nos confundamos ni pongamos pretextos; nunca será lo mismo (obviamente también es mejor) tener a una persona de frente intercambiando mensajes con nosotros.
Recomendados
Luna rosa: ¿cuándo y dónde se podrá ver el plenilunio de abril en su punto más brillante?
¿Cómo explotar tu sensualidad si eres mamá o estás metida en el arquetipo de la madre?
¿Por qué la Generación Z es menos feliz al resto? Nuevo estudio muestra una preocupante situación
Alex Haigh, un chico de 23 años dándose cuenta de que esto pasaba en cualquier lugar; casa, escuela, trabajo, restaurantes, iglesias y en cualquier evento, bodas, conciertos, vacaciones, citas etc. decidió que era momento de detenerlo o por lo menos dejar en claro que se trata de una costumbre de mala educación. Con ayuda de sus amigos, creó un sitio llamado “Stop Phubbing” en el que muestran datos interesantes sobre el uso de los celulares en las nuevas generaciones.
Incluso han hecho oficial el juego “Phublotto” en el que al llegar a un lugar todos deben dejar sus smartphones al centro de la mesa y el primero en tomarlo, tendría que pagar el consumo de los demás.
Es un sitio bastante creativo e incluso divertido, también da la posibilidad de imprimir pósters para ponerlos en negocios como restaurantes. Definitivamente nos deja reflexionando sobre darle valor a las cosas que realmente son importantes.
En mi caso, confieso haber sido una “phubber” (así se llama a quienes llevan a cabo esta acción). Las ansias por estar enfrente de mi celular me causó muchos problemas y entonces me di cuenta que yo no podía ser la única a favor de estar en mi celular todo el tiempo. Decidí que cuando estuviera con alguien importante apagaría todas las notificaciones y sólo lo dejaría prendido para llamadas urgentes. Todo mejoró y yo volví a tener conversaciones increíbles y lazos más fuertes con mis amigos. ¡Podrían intentarlo ustedes también!
¿Qué les parece? A nosotros nos parece una buenísima y divertida iniciativa.
Foto: Phil Campbell en Flickr
Fuente: quelapaseslindo