Moda y Belleza

Por qué los hombres modelos piensan como las mujeres

Conoce la verdadera historia detrás de los modelos masculinos en el mundo de las apariencias.

Hace más de 20 años, los hombres modelos no eran más que accesorios en una campaña publicitaria. Todo cambió el día que Calvin Klein lanzó su primera campaña masculina. Marky Mark era el protagonista. Kate Moss, el accesorio. Un jean, un calzoncillo y el tan aplaudido six-pack.

Desde ese momento en 1991, el mundo de la moda creció de una forma inesperada, que hoy consideraríamos obvia. Especialmente hoy en día que los hombres son cada vez más preocupados de cómo se ven, cómo vestirse, qué crema usar para después de afeitarse, etc.

¿Pero alguna vez te has preguntado qué piensan los modelos hombres?

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Es parte de la naturaleza humana ser prejuicioso. Uno creería que nacieron a la perfección, pero pocos saben el trabajo que hay detrás. Además que aunque los hombres parezcan insensibles gran parte del tiempo, sí tienen sentimientos.

¿Cuántos hombres conoces que quieran verse como el chico de no sé qué campaña? ¿Cuántos hombres ven la portada de una revista y piensan “¡qué envidia!” o los odian? ¿Alguno que hable con sus amigos sobre los abdominales de otro o de su pelo perfecto?

Sí, los hombres que conocemos en general no son tan vanidosos. Hoy se preocupan mucho más que hace unas décadas. Aún así, la mente de un hombre modelo es más similar a la de una mujer que a un hombre regular.

¿Por qué los hombres modelos piensan como las mujeres?

INCLUSO EL MÁS GUAPO ES INSEGURO DE SU APARIENCIA
El modelo de 23 años, Charlie Himmelstein, confiesa que no se siente seguro de sí mismo todos los días. Asimismo, el modelo Robert Ballard que lleva un año trabajando con una agencia en Nueva York cuenta que es muy exigente consigo mismo y que aún no sabe lidear de buena manera con el rechazo cuando no lo seleccionan en un casting. En el caso del modelo ruso Misha Lukianov, ni siquiera puede ver las fotografías que le sacan. Nunca son lo suficientemente buenas para él.

SON SUSCEPTIBLES A DESÓRDENES ALIMENTICIOS
Aaron Johnson, modelo de 31 años, admite que dejó de comer después de haber ido a una sesión de fotos, en la que al ponerse el outfit se le veía una barriga. El fotógrafo le pidió varias veces que undiera el estómago y le sugirió que hiciera ejercicio. Días después, Johnson se enteró que volvieron a hacer la sesión pero con otro modelo. Lukianov cuenta que va dos veces al día al gimnasio por dos horas, que come cada tres horas y que sacó de su dieta los carbohidratos, los dulces y el alcohol.  Otro modelo reconoce consumir anfetaminas para la Semana de la Moda, le quita el apetito y lo mantiene con la energía necesaria para sobrevivir en las pasarelas.

NO LOS TOMAN EN SERIO
Desde los inicios, las mujeres siempre han tenido que luchar porque los hombres las tomen en serio y sean respetadas tanto en el trabajo como en sus casas. Para los modelos hombres tampoco ha sido fácil. Constantemente tienen que probarle a la gente que no son sólo una cara bonita. Johnson reconoce que sí, varios no parecen no tener cerebro, pero que cada vez que intenta que escuchen sus ideas y ambiciones, lo ven como el niño ingenuo que sólo debe sonreír a la cámara.

VIVEN CON ESTRÉS Y ANSIEDAD
El modelo Luca Schmitz vive en Nueva York y cuenta que a veces entre los castings y sus trabajos tiene sólo minutos para correr de un lado de la ciudad al otro. Probablemente uno pensaría que no hacen nada en todo el día, con suerte ir al gimnasio y después posar para la cámara. Pero el estrés que hay detrás es lo que a veces olvidamos.

VIVEN CON PARÁMETROS IRREALES DE LA MASCULINIDAD Y SU DEBER ES REFORZAR ESA IDEA
Al igual que nosotras, ven los parámetros irreales de la belleza que nos vende la industria de la moda. En el caso de ellos, están obligados a verse así. Dado a estos parámetros que sigue en proceso de alteración de la percepción que tiene la sociedad de cómo debe verse un hombre, han surgido líneas de cosméticos y de cuidados de la piel para hombres, deben usar trajes de buena calidad para parecer exitosos e incluso existen camisetas para que todas sus grasitas estén donde corresponden. Un modelo cuenta que es lo que es por la ropa, los productos y el estilo. Johnson destaca que desde el primer día como modelo se sintió inseguro de su masculinidad, creció con la idea que los modelos hombres son femeninos. Además cuando vuelve a su ciudad natal, no hay vez que no lo molesten con Zoolander.

QUÍMICA EN EL SET
Si estuvieses semi-desnuda (considerando que tienes un cuerpo fantástico), te toca un modelo hombre guapísimo y sólo los separa las pocas telas que los cubren para ponerle un fin a esa tensión sexual, ¿cómo crees que reaccionaría tu cuerpo? Por naturaleza para ellos tampoco es fácil. Johnson dice que es como tener una novia por un día. Para Lukianov que tiene novia, no acepta trabajos en los que tenga que besar a la chica. Himmelstein, en cambio, confiesa que una vez tuvo una erección en pleno set, que la chica se dio cuenta y sonrió.

SE SIENTEN MÁS IDENTIFICADOS CON LAS MUJERES QUE CON HOMBRES QUE NO SON MODELOS
Cada vez estamos más conscientes en que la chica que sale en la portada de tal revista no es tan acinturada como parece ni sus caderas son tan estrechas. Sin embargo, la industria de la moda sigue creando esa ilusión en nuestras cabezas. Aunque sepamos que probablemente no son tan perfecta como parecen ser, queremos vernos como ellas. Algo similar ocurre con los modelos masculinos. Venden su imagen, pero no la real, sino la producida. ¿Pero si eres inseguro con tu look, acaso no querrías siempre verte como en la fotografía? Terminas tu trabajo y vuelves a la casa con tu piel imperfecta, tu pelo sin brillo y tu ropa considerablemente menos fina y menos cara que la de la campaña publicitaria. Por ende, el hombre modelo quiere verse como la ilusión que crearon a partir de él. Se siente un objeto, utilizado por la productora para crear una imagen que no es real. Y al final, se termina identificando más con los dilemas femeninos que los de sus pares.

Por un lado, uno podría decir “¡ojalá que todos los hombres sufran lo mismo para que sepan cómo nos sentimos!”. Pero, por otro, ¿honestamente queremos que los hombres sientan lo mismo significando que este mal de la sociedad por querer ser una ilusión se está transformando en una pandemia?

En lo personal, voto por lo natural. Y si pudiera elegir, volvería al renacimiento cuando cuerpos como el de la mujer de la pintura La nascita di Venere del artista Sandro Botticelli eran la belleza máxima y real.

¿Y tú prefieres la belleza natural o la perfección surreal?

Fuente: Huffington Post

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