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Qué es convivir [Parte I]

¿Crees saber qué es convivir porque lo leíste o te contaron? Aquí lo bueno y lo malo.

Suena el despertador. Él lo apaga, te da un beso y entra a la ducha. De a poco vas abriendo los ojos, a tu lado sigue la marca que dejó su cuerpo en la cama. Su almohada tiene su olor. Te levantas, usas sus zapatillas de cama y vas a preparar el desayuno a la cocina. Mientras tú te duchas, él hace la cama. Se despide con un beso rápido desapareciendo por la puerta.

Esa sería la mañana perfecta que probablemente sólo representa el primer mes de convivir.

Tres meses después, suena el despertador. Él lo apaga, pasan cinco minutos y recién entra a la ducha. Te despiertas por el ruido. Ves el vacío a tu lado. Ves la hora y corres al baño a apurarlo. Están atrasados. No alcanzas a preparar el desayuno y aunque alcanzaras, por lento no se lo prepararías.

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¡Convivir sin duda es una experiencia! Al comienzo te quedas una noche a dormir. Luego, un par. De repente, tienes un cajón en su clóset. Y sin saberlo llega el día en el que no vuelves a tu antiguo departamento.

Como la mayoría de las cosas, al principio es increíble. Todavía se están conociendo por más años que lleven juntos. Salen a comer afuera y muy de vez en cuando cocinan.

La única forma de conocerse de verdad es vivir juntos. Es muy distinto verse tres horas al día casi todos los días, a dormir y despertar juntos todos los días y hacer las cosas más estúpidas y menos importantes en compañía.

Con el tiempo, empiezan a cocinar siempre. Pasan más tiempo dentro que fuera de la casa. Caen en la belleza de la cotidaneidad.

Una nueva rutina que quiebra tus costumbres y las suyas. Sin embargo, sin darte cuenta tús hábitos, tus actividades cambian más que las de él. Esto suele suceder porque las mujeres casi por genética tendemos a postergarnos por amor. A veces hasta el punto de ceder y quedar en blanco.

Sus amigos son tus amigos, pero tus amigas no son sus amigas.

De repente, notas que tú ves mucho menos a tus amigas que lo que él ve a sus amigos. Que hay tardes y noches que lo esperas en la casa, pero salió con los amigos sin avisarte o te avisa a última hora.

Tardes en las que llegas muerta a tu casa y lo único que quieres es que te regaloneen mientras ven una película, pero como nunca le dijiste que te esperara, salió.

Que tus amigas están en un bar y no te invitaron, porque después de haberte llamado varias veces y siempre haber dicho que no porque ya tenías planes, simplemente dejaron de llamar.

Esto no significa que siempre sea así, pero pasa. Pasa porque la mente del hombre es muy distinta a la de la mujer. Tenemos que ser completamente directas para obtener lo que queremos. O sino, lamentablemente, pocas veces se les ocurrirá.

Por lo mismo, a pesar de que las mujeres en las relaciones lo entreguemos todo y seamos el ser menos egoísta del planeta, creo que es vital hacer cada uno su vida.

Porque por más que te ame y seas el amor de su vida, no eres su vida.

Y su vida no debe ser la tuya.

Por eso, sí o sí, preocúpate de mantener tu estilo de vida.

Agenden sus actividades en un calendario. De esta manera, pueden ordenar su semana.

¿Y tú convives? ¡Cuéntanos tu experiencia!

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