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El acto más violento contra un gay

Cuando Evelyn Matthei dice, por la muerte de Daniel Zamudio, que lo hubieran matado con o sin ley, dice, a fin de cuentas, una verdad.

Sábado por la tarde. Figuraba en el mall con pololis, de la mano y nos dimos un beso de repente, porque sí, porque puedo, porque yo lo valgo (shia!). Y claro: gente mira, gente se descoloca, gente juzga/piensa cosas/aprueba/ desaprueba. A mí me da lo mismo. En otras ocasiones han gritado cosas, y eso claro que molesta, pero no tanto. Lo que realmente me enoja es el “Uuuuy” con sorna, ácido e invasivo en un momento de cariño. Eso lo encuentro el acto más violento contra un gay, contra una pareja. Si bien los golpes, gritos o miradas son también actitudes violentas, encuentro en ese “Uuuy” algo más vejatorio y humillante que el acto de una paliza.

Me explico: cuando Evelyn Matthei dice, por la muerte de Daniel Zamudio, que lo hubieran matado con o sin ley, dice, a fin de cuentas, una verdad. La dice de manera bruta y sin tacto, pero de fondo es verdad. Claramente se necesitan más leyes y castigos más duros en relación a crímenes de odio, pero si alguien te quiere matar o pegar, por ser homosexual, lo va a hacer igual. Con o sin ley. De la misma forma que una persona mata o le pega a un heterosexual, aunque hayan normas. Porque en ese sentido, el acto violento no discrimina sexualidad (igual FAIL que la razón por la que te peguen sea por tu condición sexual). Me acuerdo cuando vivía en Estados Unidos me hacían bullying por ser gordito. No me hacían bullying por ser gay, me hacían bullying por la misma razón que le hacen bullying a miles de personas. Y eso, aunque no lo hace bien, lo hace al menos entendible.

El “Uuuuuy” no es entendible. Los gritos, si bien son cobardes, al menos expresan concretamente el odio contra algo, aunque tampoco entiendo cuando gritan “Maracos!” o “Homosexuales!”. Es tan estúpido como gritarles de vuelta “Heteros!”. (Como si ser maraco fuera un insulto. Je). El “Uuuuy” es nada. Es solo sorna. Llega cuando uno está de la mano, dando un beso, siendo pareja. Y ahí me encauso con Evelyncita: todo puede pasar igual aunque hayan leyes, pero lo de fondo que hay que cambiar es la forma de pensar, de reaccionar. No sé si se entiende, así que lo digo de otra forma: en el fondofondo, es un tema de humanidad y empatía con el otro no porque sea gay, sino porque estás respetando su espacio para ser pareja, para darse un beso, para dar la mano. (Ay, qué lindo me salió).

El cambio real viene cuando se logra ver como normal que una pareja gay se pueda dar la mano libremente. Jaime Parada tiene una campaña que se llama “Dale la mano a tu pareja” por lo mismo. Porque cree que el cambio tiene que venir cuando uno valientemente da la mano o un beso en público, esperando la sorna, las miradas, los gritos o incluso la golpiza. Porque en el fondo, no existe ni nunca va a existir una ley que diga que tienes que ser amable con los homosexuales. Y por lo mismo, la discriminación no es solo del otro: también hay autodescriminación al no permitirse ser pareja por ese “Uuuuy” que viene. Conclusión? Dar la pelea hasta el final. Porque como dijo pololis una vez dijo: si nos pegan, nos pegan a los dos.

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