Wellness

El amor se cultiva entre dos

Piensa en tu relación como una plantita. Para crecer, requiere que tú y tu pareja se cuiden y compartan; así logrará florecer su amor y no se marchitará.

Creo que de las cosas más bonitas que tenemos como personas es la capacidad de compartirnos con los demás. A todos nos gusta estar con alguien y formar parte de algo en donde haya personas incluidas. Fuimos diseñados para compartirnos, para crecer juntos y para ser parte de algo. Sin embargo, siempre nos cuesta mucho trabajo entender que el crecimiento personal no es solamente el buscar la mejor versión de ti, sino también lo mejor de ti para los demás.

¿A qué viene todo esto? Sencillo, la mayoría de los problemas que existen entre parejas es porque una parte no cede o no escucha al otro, estamos tan ensimismados en lo bonito que estamos sintiendo que no nos detenemos a pensar qué está sintiendo el otro.

Pasa mucho que estamos muy enamorados de alguien y estamos tan ocupados dando todo y entregándonos completos que no estamos alertas al momento de recibir, y aunque muchas personas pueden decirte que no, que amar es darlo todo sin esperar recibir, puedo decirte y asegurarte que no es así.

Recomendados

Amar es dar y también aprender a recibir, estar listo para recibir y para transformar lo que recibes en otra manera de dar, pues si no recibes algo y sólo das, llega un momento en el que no queda nada más que aportar y la relación se vuelve nada más un espejo.

Recurramos a la muy conocida analogía de que el amor es una planta, nomás que imaginemos que la planta eres tú. Para que tú crezcas y puedas florecer y dar semillas que eventualmente se convertirán en más plantas, necesitas agua, que ocasionalmente muevan la tierra en donde estás plantada, que recorten de ti las partes que se quemaron o que fueron atacadas por insectitos, tal vez que te canten y te pongan al sol, entre otras cosas de jardinería que aún no aprendo.

Para que alguien haga todo eso por ti, tú tienes que hacer lo mismo. No quedarte chiquita o decidir de plano no florecer, así, quien cuide de ti y te dé agua y todo eso que ya dijimos, tiene que ver que tienes la capacidad de hacer lo mismo, imagínate una planta que alguien cuida mucho y que nomás no crece, ni florece, y que de plano se queda como semilla, llega un momento en el que dejas de hacerlo pues nomás no vale la pena. ¿ves entonces cómo es igual de importante dar que recibir?

En una relación, si tu pareja te dice que no le gustan ciertos aspectos de ti -como por ejemplo que llegas tarde, o que le avisas que vas a ir a un lugar y de plano no llegas, o que tu forma de besar no la hace sentir cómoda o inclusive que siente que le está echando muchas ganas pero que no siente lo mismo de ti- hay que tener la empatía para comprender que no hay un ataque en sus observaciones, sino una búsqueda de mejorar la relación para poder seguir dando.

Quiero que entiendas que las relaciones no funcionan de a gratis, que no importa que sea el amor de tu vida y que hayan nacido para estar juntos, que tampoco importa que sean iguales y que uno termine la oración del otro, que nada de esto va a durar o no va a haber un crecimiento en la relación si no existe la empatía para aceptar dar y recibir.

Y todo eso, en serio, todo esto no se puede lograr si no existe la comunicación, así como un día dices “no quiero helado porque hace frío”, así de sencillo es decir “me gustaría que intentáramos otra manera de besarnos” o “por favor intenta ser más puntual” o “no me gusta que te destageés de nuestras fotos en Facebook”; pueden ser las cosas más absurdas para los demás, pero si a ti te molestan son importantes y por eso merecen ser escuchadas. Nunca debe darte pena o miedo expresar tus gustos o tus disgustos y si lograste estar en una relación, lo mejor que puedes hacer para mantenerla es no dejar de dar lo que hay en ti para poder recibirlo.

Foto: Wallike.com

Tags

Lo Último


Te recomendamos