Quizás a veces por querer vernos mejor ahora, no nos preocupamos del después. Especialmente considerando la cantidad de plata que gastamos en cremas y en tratamientos de belleza para tener una piel perfecta y libre de arrugas, sería irónico que estropiemos todos esos esfuerzos al excedernos en nuestra vida.
Ejercicio excesivo
Si bien el ejercicio es una forma esencial tanto de mantenerse bien como de verse joven, el exceso de cardio provoca el quiebre del colágeno haciendo que aparezcan arrugas nuevas. Por lo mismo, evita hacer demasiado cardio y enfócate en entrenar tu fuerza para lograr la firmeza de tu piel.
Demasiada azúcar
Consumir demasiada azúcar no sólo te engorda, sino que también te arrugará. Al tener mucha azúcar en tu sangre, queda atrapada en las proteínas formando productos que afectan el colágeno y elastina provocando arrugas.
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Muy poca grasa
La grasa ayuda a que tu cuerpo absorba antioxidantes y vitamos y refuerza tu epidermis. Obviamente eso no significa que puedes ir a McDonalds sin sentir culpa. Más bien, preocúpate de consumir las grasas sanas como las que están en los frutos secos como en las nueces, el aceite de oliva, palta (aguacate), etc.
Durmiendo poco
Que una noche duermas poco a lo más significarán un par de ojeras, pero si lo haces frecuentemente podrías estar perjudicando tu piel. Al no descansar como corresponde, liberas hormonas de estrés que degradan el colágeno provocando arrugas.
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