Ayer asistí a la pre-venta de la colección Isabel Marant para H&M en la tienda ubicada en Costanera Center, Santiago (Chile). Además de mí y la Ale -que no entendía que hacía en ese lugar porque no le interesa la moda-, una serie de rostros de la televisión, la música y las socialités en general del país asistieron al lanzamiento.
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Las caras más conocidas estaban todas usando los modelitos diseñados por la francesa y dejándose fotografiar por un montón de gráficos y decenas de personas que se asomaban al borde de la alfombra roja.
A mí no me conoce nadie así que no me sacan fotos, lo bueno de eso es que te puedes divertir comiendo y bebiendo champaña a destajo porque nadie te interrumpe para sacar cuñas ni instantáneas.
El asunto es que me dieron una pulsera para entrar a la venta desde las 20:45 hasta las 21:00 hrs. Primero pensé que era un error y luego me explicaron que son solo 15 minutos por persona para quienes desean comprar alguna prenda de Marant. Las fanáticas de la marca y la diseñadora se agolparon en la puerta de la tienda y esperaron ansiosas que les dieran el pase para tocar y ver la colección.
Luego de una larga espera entramos al pequeño sector donde se encontraban las creaciones de la francesa, como ya les había mostrado la colección hace unas semanas sabía perfectamente lo que me interesaba adquirir. Me fui de cabeza a los pantalones, recuerden que solo tenía 15 minutos para elegir probarme y comprar. Lo peor es que no tenía efectivo ni tarjeta así que la Ale me prestaría la suya para pagar si es que me llevaba algo. La Ale no podía estar más aburrida en la espera, de verdad que estas cosas no le interesan pero yo quería que me acompañara a ver si se le prendía la llamita de la moda en el alma. Definitivamente no lo logré.
Así llegué a los pantalones de lentejuelas hermosos, cuando tomé la etiqueta pensé que podían existir milagros y leería un precio razonable, me los llevaría a casa y sería la más brillante en la próxima fiesta. Pero nuevamente no. No existen los milagros.
Mi prenda favorita y la única que me interesaba costaba más de 100 mil pesos chilenos (algo así como 200 dólares). Sentí cómo la etiqueta quemaba mis manos y la solté. Miré a mi alrededor y las chicas estaban como locas aprovechando sus 15 minutos de fama con los brazos llenos de ropa. Solo podían llevar una prenda de cada modelo, no se podían repetir el mismo producto. Así que ellas tomaron uno de cada uno y pasaron su tarjeta. Increíble.
Bueno me quedé sin el pantalón que me encantaba pero el cóctel y la champaña estuvo riquísima.
Datos prácticos
1. Revisa primero la colección completa en Belelú, para que cuando uses tus 15 minutos de fama no pierdas tiempo y elijas lo que quieres.
2. Anda inmediatamente a hacer la fila si quieres conseguir una prenda porque solo hay 560 pulseras disponibles de 14 colores distintos que organizan el ingreso a la tienda en grupos de 40 personas. Se estima que la colección solo durará hasta hoy.
3. Piensa bien lo que comprarás porque solo hay 15 días para devolver los productos.
4. Estas restricciones solo se aplican a la colección femenina, si quieres algo de Marant de hombre o niño mejor espera un par de días para ir a la tienda y comprar con calma.