Cuando a Linda Carey le diagnosticaron cáncer, su esposo comenzó a tomarse hermosísimas y a la vez ridículas fotografías de él mismo vestido con un tutú rosa. Sólo un tutú rosa. Linda se llevaba estas imágenes a sus sesiones de quimioterapia en su celular, y aunque pasaba un mal rato, tenía suficiente material para no pasarla tan mal.
Tal como la filosofía de la fundación Mimi, muchos han notado que el cáncer tiene muchos más frentes que sólo el médico. También se enfrenta un poco con el buen humor y la risa.
¿Se han preguntado qué tan lejos iría el amor de su vida por verlas reír en un momento de crisis? ¿Se podría un tutú rosa, viajaría por el mundo y compartiría esas imágenes con el mundo por ello?
Recomendados
Consecuencias de un beso no consentido: los años de prisión que piden para Luis Rubiales por caso Jenni...
Amaranta Hank denuncia que por ser actriz de contenido adulto absolvieron a Alberto Salcedo
“Ahí está pintada Colombia”: indignación por condena a la influencer Aida Victoria Merlano
De manera extraordinaria, su cáncer nos ha enseñado que la vida es buena, lidiar con ella puede ser duro, y a veces lo mejor – o lo único – que podemos hacer, para enfrentarla cada día es reírnos de nosotros mismos y compartir la risa con otros.
El proyecto Tutú no sólo ha producido hermosas imágenes hilarantes, también ha creado una organización que ayuda a mujeres que luchan contra el cáncer de seno. Este proyecto se sostiene con la venta del libro y el calendario con las imágenes.
Fuente: Buzzfeed