Había escuchado de la moda trash the dress, en la que, después de la boda, la novia destruye y ensucia su vestido para una original sesión de fotos. Pero esa es la novia, no el novio, y es después de la boda, no del divorcio. Cuando la desde hacía doce años esposa de Kevin Cotter lo dejó, se llevó todo menos su vestido de novia, que dejó colgado en el clóset. Cuando él le preguntó al teléfono qué debía hacer con él ella contestó “lo que quieras”. Bueno, aquí están algunas de las cosas que le pasaron por la mente.
Una hamaca
Un disfraz de Halloween
Una cubierta para su coche
Un espantapájaros
Otros usos que le dio fueron cuerda de saltar, tapete de yoga y paracaídas para go kart.Con estas fotos, el despechado exmarido hizo el libro My Ex Wife’s Wedding Dress, en el cual muestra 101 maneras en que lo utilizó.
“Usé el vestido de mi ex esposa de 120 maneras, pero sólo 101 están en el libro” cuenta el artista en su página de internet.
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En dicha página puedes descargar un capítulo gratis del libro, así como donar vestidos. Definitivamente, si Adam Bonh era el hombre más divertido para casarse, Kevin Cotter ha de ser el más divertido para divorciarse. Yo pienso que el vestido no es el único que está demostrando ser muy resistente, ¿y ustedes?
Fuente: My Ex-Wife’s Wedding Dress.