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Maniquís discapacitados: belleza no es perfección

Esta campaña lleva la discapacidad a los aparadores de moda. Después de todo, ¿quién es perfecto?

Los maniquís que habitan los aparadores de moda no suelen parecerse a las personas que los observan desde la calle. La idea es precisamente esa: colocar en las vitrinas cuerpos sintéticos, totalmente proporcionados, adaptables a cualquier prenda de vestir. ¿A quién se le ocurriría anunciar una colección de moda mediante maniquíes discapacitados?

Ayer, 3 de diciembre, fue el Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Para crear conciencia al respecto, la organización Pro Infirms creó una campaña llamada “¿Quién es perfecto? Acércate” (“Who is perfect? Get closer“), en colaboración con la agencia alemana Jung Von Matt/Limmat. El punto de partida: crear maniquís basados en personas con discapacidades físicas.

La campaña se valió de modelos como Jasmine Rechsteiner, con problemas de malformaciones en la espina dorsal, o Erwin Aljukíc, un actor con osteogénesis imperfecta, enfermedad también conocida como “huesos de cristal”. En el video podemos ver el proceso completo.

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¿Cuáles fueron las reacciones de la gente? “Ver ese maniquí ahí choca bastante”, dice uno de los transeúntes. Y de eso se trataba. Porque el ámbito de la moda es particularmente espinoso con respecto a la perfección del cuerpo.

Es decir, habrá pasarelas que intentan romper con el estereotipo, propuestas heterodoxas, pero en general, los fashion shows y los medios muestran mujeres altas, rubias, delgadísimas.

El resultado de esta campaña es interesante en dos niveles. Primero: los maniquíes basados en modelos con discapacidad son tan irreales como los maniquís tradicionales, y también funcionan como un puente hacia la belleza ideal.

Segundo: las reacciones, que eran en objetivo. ¿Por qué estos maniquís generaron tanta incomodidad? ¿Por qué ciertas realidades son tan difíciles de asumir? Así las cosas… nadie es perfecto.

Fuente: Co.CREATE

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